Capítulo 22

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Narra Malcom

Contrate a un investigador privado para que escarbara en el pasado de Perseus Jackson y mientras que la información me llega seguiré estudiando cada uno de sus movimientos. Pasaron 2 días y Percy ni siquiera había salido de la casa de empleados. Vaya si esto seguía así esto sería una investigación infructífera. Para mi buena suerte lo veo saliendo de la casa y camine con firmeza a esta, debía actuar rápido.

Corrí a su encuentro antes de que el entrara a la casa.

—Hola Percy —salude inocentemente.

—Hola señor Malcom — dijo, trato de hacerme a un lado para pasar, pero se lo impedi.

—Sabes, estoy algo preocupado —comenté.

Él no me dijo nada, sólo se me quedo viendo extrañado.

—Estoy preocupado por Annabeth, últimamente ella se ha comportado algo extraño, ¿te parece que se ha comportado extraño? —le pregunté.

—No —me respondió simplemente mientras miraba el suelo.

—A mi si, debe ser porque la conozco mejor que tú —dije para picarlo.

—Sí —respondió él dejándome algo extrañado, pues hace 2 días me miraba con ganas de matarme y ahora actúa de una manera tan relajada.

—Oye tu eres el guardaespaldas de Beth, así que supongo que debes saber que personas la frecuentan —comenté.

—Sí —dijo sin levantar la vista del suelo.

—Por favor, quieres dejar de responder con monosílabos, estoy tratando de tener una conversación contigo y no me estás ayudando —dije algo enojado ya que él no me estaba dando nada con lo cual poder trabajar.

— Si, lo siento, continúe —pidió.

—Bien... como te decía, me preguntaba sí sabías de algún chico con el que ella estuviera saliendo —dije.

Sus ojos se abrieron, Percy Jackson era un pésimo actor, no pudo evitar su rostro de impresión por mi pregunta.

—Emm... No señor, no la vi con nadie— respondió.

—Que mal, tal vez Annabeth se ha escapado por las noches, aunque eso no es algo muy propio de ella, pues siempre trata de cuidar sus manos para seguir tocando —comenté.

—No sé qué decirle señor —comentó.

—No tienes que decir nada, sólo que debo encontrar a ese tipo lo más pronto posible —dije.

Me di la vuelta para alejarme.

—Disculpe señor —me llamó antes de que me fuera—, ¿puedo preguntar por qué es tan importante?

Me acerqué a él.

—Si, es que ese idiota embarazo a mi hermanita y debo matarlo —comenté, el rostro de Percy cambio de color por completo— en fin, nos vemos, y si sabes algo no dudes en decirme —le di un golpe fraternal en la espalda y me fui.

Percy estaba en shock por lo que había dicho, de hecho, creo que ni siquiera estaba respirando.

Me fui a la oficina y mientras conducía recibí la llamada de mi investigador.

—Tengo lo que me pidió señor Chase —dijo solamente.

—Nos vemos en mi oficina en 20 minutos —luego de decir esto corte la llamada.

Al llegar note que no había casi nadie, y que Reyna estaba sola en su oficina y ya no iba a tolerar más que ella se comportará indiferente conmigo.

El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora