Capítulo 12

146 20 2
                                    

Narra Reyna

Sus brazos rodean mi cintura mientras que los míos suben cuidadosamente hasta posarse en sus hombros. Con tan sólo un pequeño empujó mi cuerpo queda entre la puerta de mi apartamento y el fornido cuerpo de Jason.

Dios este chico cada vez está mejor, sus labios me besan con dulzura y calidez, hace que mi estómago se revuelva a los pocos segundos nos separamos, mis ojos estaban cerrados y aunque estaba besando a Jason era el idiota de Malcom el que estaba en mi cabeza, quizá solo debo darme tiempo para olvidarlo.

—Creo que me gustas —susurró Jason con su rostro aún muy cerca del mío. Me separe de él.

—Jason yo... —no sabía que responderle, hace tan solo unas horas yo estaba feliz con Malcom y ahora estoy besándome con su guardaespaldas.

—No tienes que decirme nada, sé que ahora estás pasando por un momento complicado, pero no me importa, yo podría ayudarte a olvidar al señor Malcom —dijo con una sonrisa que estaba haciendo que mis piernas temblaran.

—Esa es otra cosa Jason, Malcom es tu jefe, y no quiero que te haga algo o te despida por mi culpa —dije sinceramente.

—¿Y qué te parece si mantenemos esto en secreto?, sólo tu y yo —dijo.

—No lo sé, aún tengo que superar a Malcom y no quiero utilizarte para eso —dije.

—Está bien, no me importa si con esto estoy cerca de ti —comentó sonriendo.

—¿Y qué pasa con Malcom? —pregunté.

—No me interesa, ¿qué tal si eres la persona que está destinada para mí. No te voy a dejar ir sólo por un ex, con mi ayuda sé que podrás olvidarlo —dijo con un tono de súplica en su voz.

—¿Podría pensarlo? —pregunté.

—Por supuesto, no quiero apresurarte —dijo.

—Entonces nos vemos mañana —dije. Me acerqué a él, le di un pequeño beso en la comisura de los labios, abrí la puerta y entre a casa mañana sería un día muy largo para mí.

...Un par de días después...

Narra Annabeth

Era un día soleado y a decir verdad bastante bonito, habría sido un buen día para salir de paseo con Percy a algún lugar donde pudiésemos estar juntos sin escondernos, sin tener que ocultar nuestro amor. Pero lamentablemente eso no se iba a poder ya que hoy papá tenía una importante reunión a la cual había insistido en que Malcom y yo lo acompañásemos así que aquí iba enfundada en este incomodo vestido violeta y totalmente aburrida. Ya llevábamos 20 minutos de camino y aun no tenía ni la menor idea de a donde nos dirigíamos además este viaje estaba comenzando a resultar incomodo por el silencio que nos acompañaba.

Mi padre había salido unos minutos antes con sus guardaespaldas así que Malcom y yo habíamos decidido ir en el mismo auto junto a Jason y Percy.

El ambiente se había tornado ligeramente incomodo provocando que mis nervios fueran en aumento.

Suspiré, si tan solo pudiese tomar la mano de Percy me sentiría mucho mejor.

Al parecer él noto mi estado de ánimo porque me reglo una pequeña sonrisa tranquilizadora que pude observar a través del retrovisor.

—¿Cómo vas con tus clases de música? —me pregunto Malcom para romper ese inquietante silencio.

—Bien —conteste—. ¿Y tú como vas con Reyna?

—Mal —respondió haciendo una mueca— hace días que me evita, ni siquiera contesta mis llamadas.

—¿Ahora que hiciste? —le pregunte ya que me parecía muy raro ese comportamiento en Reyna, ella no era de las chicas que tomará decisiones a la ligera.

El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora