Capítulo 20

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Narra Malcom

Debo descubrir el por qué el comportamiento tan extraño y posesivo de Percy y por qué Annabeth huye de él.

Lo más extraño es cómo se comporta Percy cuando estoy cerca de mi hermana, es como si pensara que ella y yo tenemos algo más que una relación de hermanos y eso es enfermizo.

Entró a la casa, Annabeth está en la cocina y desde afuera Percy la está observando. Esto me da una idea.

—Beth —la llamo— ¿cómo está la hermana más hermosa del mundo? —dije mientras la abrazaba y levantaba fuertemente. Di dos vueltas para ver la expresión de Percy sin que él se diera cuenta, sus ojos se querían salir y había una vena palpitando en medio de su frente.

—Parece que hoy tuviste un gran día —me dice ella con una sonrisa al soltarla.

—Algo así —esa era la mentira más grande que he dicho, Reyna ni siquiera quiere hablarme, por más que la he buscado no deja que me acerque y lo peor es que parece que se lleva muy bien con Jason— sabes hermana, hace mucho que tú yo no convivimos, ¿qué tal si vamos a la piscina?

Ella tuvo un momento de vacilación, me pregunto si estará pensando en que su abdomen se podría notar con traje de baño, pero para serles sincero ella no parece haber engordado ni media libra.

—Vamos hermana, no seas aguafiestas —dije como último recurso para que aceptara.

—Bien —dijo— voy a cambiarme.

Ella subió las escaleras y yo fui detrás de ella, tome rápidamente un traje de baño y me cambie. Llame a Piper y a Nico para que nos hicieran compañía, baje las escaleras rápidamente y salí al patio en donde estaba la piscina.

—Hola Percy —dije con normalidad mientras él parecía con ganas de matarme.

Me senté en una de las sillas a esperar que Beth llegará, al poco tiempo llegó, vestía un traje de una sola pieza color verde militar, mi vista se enfocó en ver la reacción de Percy, tenía una mueca de impresión y parecía que se le quería salir la baba.

Me acerqué a ella.

— ¿Es nuevo? —le pregunté por el traje de baño, aunque sabía que no lo era.

—No —respondió ella.

— Oh, pues no importa, te queda muy bien —le dije poniendo un mechón de cabello detrás de su oreja.

Ella sólo me sonrió y tomó asiento. Poco minutos pasaron para que llegaran Piper, Nico y un chico que nunca había visto.

Annabeth se levantó a saludarlos a todos, parecía que ella si conocía al chico.

—Dijiste que íbamos a convivir —dijo ella mirándome con esos ojos grises llenos de felicidad y algo de confusión.

—Tampoco hasta convivido con tus amigos en estos días, así que de nada.

Ella sólo me sonrió.

—Pero veo que hay alguien que no conozco —dije mirando al chico.

En ese momento Percy se le tiró encima para inmovilizarlo, con una gran brusquedad debo agregar.

—¡Percy ¿qué haces?! —exclamó Annabeth evidentemente enojada por su comportamiento.

—No tenemos conocimiento de quién es esta persona, ni cuáles son sus intenciones — dijo a punto de romperle el brazo.

—Suéltalo yo si lo conozco —dice Annabeth.

—Él es mi hermanastro Chris— responde Piper.

El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora