Capítulo 19

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Narra Annabeth

Han pasado tres semanas desde mi desmayo en el conservatorio. Estos días han sido de extremo cansancio, los arduos ensayos para la presentación me tiene exhausta y la irritabilidad de mi estado de ánimo lo demuestra, aunque para ser sincera no todo es culpa del cansancio, sino también de mi distanciamiento con Percy.

Durante las últimas dos semanas me he distanciado mucho de él al punto de ser algo notorio que lo estoy evitando.

Sé que él está molesto por mi rechazo, he visto lo ansiosos y desesperado que está por acercarse a mí, pero yo no puedo estar cerca de él, no mientras no le haya dicho lo que está pasando... pero justo ese es el problema, yo no sé cómo decírselo. Y de verdad necesito hablar con alguien porque me estoy ahogando.

Necesito a mi mejor amiga aquí.

Están pasando tantas cosas en mi vida y siento que si no se lo cuento a alguien pronto explotare.

—Adelante —digo en cuanto escucho que tocan la puerta de mi habitación.

—Hola —murmura Piper entrando a mi habitación. Ella me observa por un momento y supongo que está desconcertada por mi llamada—, ¿estás bien? Te ves algo pálida.

—Si... No— respondo indecisa, mi relación con Piper estas últimas semanas no ha sido la mejor, sólo espero que ella pueda entenderme y ayudarme con esto. Suspiro— Piper ¿te puedo confiar algo?

Ella se sentó a mi lado sobre la cama.

—Sabes que si Annie —sonrió con calidez—, sé que estas semanas no han sido las mejores, pero siempre seremos las mejores amigas.

La abrace, de verdad necesitaba alguien con quien hablar y si no era ella entonces no era nadie.

—Creo que estoy embarazada —solté como si de una bomba se tratara. Mi manera de decirlo fue demasiado abrupta, pero necesitaba con urgencia sacarlo de mi mente.

— ¡¿QUÉ?! —gritó mientras se levantaba rápidamente de la cama.

—Shhh, alguien puede oírte —dije para tratar de que bajara su tono de voz.

—Oh, no me shushees Annabeth, ¿cómo es posible que creas que estés embarazada, hasta donde yo tenía entendido tú eras virgen —dijo con una notable molestia.

Yo volví a tomar asiento en mi cama mientras Piper caminaba de un lado a otro en mi habitación con una expresión de preocupación y una mano en su cabeza, con la otra intentaba darse algo de aire para no colapsar.

— Annie, por favor dime que esto es una mentira, ¿es una broma verdad? — me pidió cuando por fin pudo calmarse.

—No, es verdad — susurre mirando el suelo.

—Dios Annabeth no puedo creer que estés embarazada. Es más, estoy segura de que no lo estás, sólo tienes un pequeño retraso, ¿cuántos días, 3 o 4?

—14 días — respondí mirando mis manos.

Ahora en serio parecía que Piper estaba muy enojada conmigo.

—No entiendo como paso, no estabas saliendo con nadie... ¿quién es el padre? —preguntó con firmeza.

— E... es Percy.

—¿Tu primo Annabeth?, por dios, eso es incesto. Aunque debo admitir que está como un dios griego, pero ¡Sigue siendo tu primo!

—Percy no es mi primo —confesé—, eso es algo que no te he contado —palpé el colchón para que se sentará a mi lado. Este era el mejor momento para contarle quién era Percy en realidad. Dure un rato contándole todo, le dije cómo sucedieron las cosas cómo fue que termine en sus brazos por primera vez, también le conté la pequeña mentira piadosa de hace unas semanas en la que decía que yo estaba en la cabaña de sus abuelos sólo para poder estar con él.

El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora