Capítulo 6

159 24 4
                                    

Narra Annabeth 

Me desperté muy temprano. Estaba de muy buen humor, quería estar lista pronto para así poder ir al conservatorio con mis amigos Nico y Piper.

Bajo al comedor, mi padre y mi hermano ya están ahí y parece que discuten por algo.

—Buenos días —los saludo con una sonrisa.

—Buenos días princesa —responde mi papá con una sonrisa.

—Buenos días, Beth —dijo mi hermano.

—Buenos días, Annabeth ¿quieres lo mismo de siempre? —me pregunto mi nana.

—Sí, por favor —respondí sonriéndole.

Me senté al lado de mi padre.

—Y bien ¿por qué estaban discutiendo? —les pregunté.

—Nada importante Annie —dijo papá.

—Si, es algo sobre... el... proyecto —dijo Malcom indeciso.

Sabía que me estaba mintiendo, pero creía que lo mejor era no preguntar, tal vez era algo super secreto y lo mejor era que yo no supiera.

—De acuerdo —dije.

— ¿A dónde fuiste ayer? —pregunto mi padre de la nada.

— ¿Qué?

—Hestia me dijo que llegaste y luego te volviste a ir otra vez, ¿a dónde fuiste? —pregunto de nuevo.

Una cosa era clara en esta situación, no le podía decir toda la verdad a mi padre, aunque si no lo hacía me sentiría mal por estar traicionando su confianza, pero si lo hiciera podría meter a Percy en problemas.

¿Qué debía hacer?

—Percy me estaba enseñando a nadar —solté sin quererlo.

Parece como si mi boca estuviera programada para que no le mienta a mi papá.

—¿Qué? —pregunto mi padre y Malcom escupiendo su desayuno.

—Aquí tienes Annabeth —dijo Hestia poniendo mi plato frente a mí.

No quería que se fuera, quería que se quedara con nosotros un poco más para aminorar la tensión.

—Sí, lo que pasa es que él se disculpó por lo que pasó y yo le dije que no sabía nadar y después él dijo que era un muy buen nadador y entonces le pedí que me enseñara a nadar, por si estoy en una situación algo parecida ¿está mal? —dije rápidamente.

Tome aire después de eso. Se que no le dije TODA la verdad e incluso cambie algunas cosas, pero no creo que eso importe ¿o sí?

—No, para nada, sólo que es... extraño —dijo mi padre

—No, si tiene todo de malo, si quieres aprender a nadar te podríamos contratar un instructor, no tiene que ser él —dijo Malcom algo enojado.

—Relájate Malcom, Percy sabe y estaba en la disposición de enseñarme, no vi la necesidad de contratar a alguien más —dije.

—¿Percy? —dijo mi hermano.

—¿Qué?

—Lo llamaste Percy y 2 veces Annabeth —dijo Malcom.

De verdad parecía enojado.

— ¿Por qué lo llamas Percy? —me pregunto mi padre.

—Es que él me lo pidió —respondí.

—Bien, no vamos a crear un problema por algo que no tiene importancia —dijo mi padre limpiándose la boca con su servilleta.

—Gracias papá.

El fuego que nos consumió |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora