Kaito's Moving Castle

Prólogo.

Se dice que hace mucho tiempo, un mago estuvo en búsqueda de una hermosa joya durante años, pero no una joya cualquiera, esta le otorgaba la inmortalidad a aquella persona que bebiera el líquido que de esta emanaba al colocarse frente al brillo de la luna, se cuenta que para encontrarla, se dio a conocer como Kaito Kid, un ladrón de guante blanco quien desapareció durante 8 años y volvió a la vida tras encontrar a Pandora y hacerse inmortal, pero no conforme con esto, realizó un pacto con un demonio de fuego, quien le exigía el corazón de una bella jovencita como alimento cada cierto tiempo.

Otros rumores, cuentan que regreso de la muerte tras estar desaparecido durante 8 años y en el mundo de los muertos fue donde encontró aquella joya de la juventud eterna y aquel demonio de fuego vino en su compañía a devorar los corazones de las señoritas como pago por otorgarle magnifico tesoro. Miles de rumores giraban en torno al dueño de aquel enigmático castillo Personas ambiciosas por poder, algunas aseguraban haber entrado ahí, estas cuentan que encontraron tesoros inmensos, otros dicen haber visto al aterrador demonio de fuego y a algunos niños secuestrados.

Algunos han intentado recurrir al mago e incluso han intentado robar la joya del castillo, pero la poderosa magia que posee el castillo, protegido por el demonio, impide la entrada a quienes tienen malas intenciones. Otros incluso de atreven a decir que se toparon frente a frente con el mago, quien los persiguió y estuvo a punto de darlos como alimento al demonio.

Es por ello, que si ves un extraño castillo ambulante, debes huir inmediatamente, puesto que si el mago te ve, te atrapará y te robará el corazón, literalmente. Tampoco confíes en los extraños, mucho menos en un apuesto joven que viste de blanco, puesto que con seguridad se trata de Kaito Kid. Seduce a las mujeres con su carisma y trucos de magia.

Estas y otras más historias se contaban en el pueblo, Shinichi Kudo, un detective independiente, quien recientemente había ganado fama al resolver un caso para el rey de Ekoda, se mantenía escéptico a ese tipo de historias, consideraba que eran una tontería, es decir, la magia y los magos realmente existían, es más, estos estaban al servicio del país en caso de guerras, la actual reina de los magos, Kuroba Chikage era una mujer muy capaz a pesar de haber enviudado hace muchos años y haber perdido a su hijo, del cual no ha sabido en décadas, cuando el rey mago Kuroba Toichi había muerto en un extraño accidente, pero no creía en tonterías como los demonios o la inmortalidad.

Suspiró por milésima vez en el día al escuchar a las sirvientas del castillo murmurar, rodó los ojos hastiado al escuchar los suspiros enamorados de las doncellas al hablar del dichoso mago. Con paso firme, se dirigió a la salida del castillo, había recibido su paga correspondiente a un reciente caso para un duque que estaba de paso en la ciudad. Con una sonrisa, sin tener la mínima idea de lo que el destino tenía preparado para él.

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En un lugar desconocido.

-Bien, creo que ya es hora...