Estoy cansado de la rutina del pasado
No recuerdo haber tenido un sueño
Parado en el camino que elegí
Me quedaré en mí mismo
Seguiré adelante, así es, estaré bien
He llegado hasta aquí
Lo soportaré todo, me ocuparé de todo
Está bien, estoy realmente...
—No quiero que nadie más se acerque a ti. —Él acarició su mejilla con delicadeza, recordando los momentos donde ella lo miraba con ternura—. No dejes que nadie más te pueda tocar como yo lo hago.
—Deja de hacer esto —contestó MC molesta ante su actitud. El pelinegro se acercó a su oreja y la mordió suavemente, provocando que la chica soltara un leve jadeo—. Basta.
—Me muero de ganas de volver a besarte —dijo colocando su pulgar en la comisura de sus labios—. No sabes cómo me estoy conteniendo.
—Si seguimos con esto, no podremos detenernos —respondió con voz temblorosa, pero Jumin no pensaba alejarse.
—Si lo que pretendías era que esté celoso, lo conseguiste —admitió con molestia—. Me mata verte con él —susurró contra su oído.
—Te quiero —contestó MC mientras sentía un escalofrío recorrer todo su cuerpo—. Pero ahora las cosas son diferentes.
—Entonces, ¿por qué me sigues mirando como antes? —El pelinegro se negaba a aceptar lo que decía la chica. Empezó a recorrer su cuello con sus labios, intentando demostrar lo contrario.
—No te estoy mirando con deseo, si es lo que estás pensando. —MC cerró los ojos intentando no dejar escapar otro jadeo.
—Nunca dije que me estés mirando con deseo, eso lo has dicho tú. Después de todo, sigues siendo mía. —El pelinegro la mordió fuertemente, dejando una marca en su piel.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.