Cap. 3: La primera de muchas

29 5 0
                                    

§

*Narra Jessica*

Me desperté con los rayos de luz que atravesaban la ventana y podía sentir una presión en mi cintura, me doy la vuelta y veo a Ethan durmiendo plácidamente mientras me tiene abrazada, se veía realmente adorable.

La verdad no sé cómo agradecerle por todo lo que ha hecho por mí, es muy buena persona.

Mientras pensaba no podía dejar de observarlo, sé que suena algo raro y como si lo estuviera acosando, pero se ve realmente atractivo con su pelo rubio despeinado y pude detallar mejor su rostro notando que tiene las facciones muy bien definidas.

Después de estar unos 2 minutos en la misma posición, decidí levantarme con sumo cuidado para no despertarlo y me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, mientras cocinaba no podía evitar que mis pensamientos se dirigieran al día de ayer, sin duda uno de los peores días de mi vida.

Ni si quiera me dejaron ver a mi padre, solo me comentaban que lo habían hallado en la piscina sin vida y me hacían preguntas como...

«¿Dónde estaba esta mañana?»

«¿Por qué salió de la casa?»

«¿A dónde fue?»

«¿Por cuánto tiempo?»

Y yo ya me estaba mareando, me sentía terrible por el hecho de que encontraran muerto a mi padre el día de mi décimo octavo cumpleaños. Y todavía no logro entender la razón por la cual me hacían un interrogatorio cuando no era seguro que había sido un homicidio, intenté preguntarles, pero me decían «Es parte del protocolo» así que paré de insistir. Después está el hecho de que el detective Blackburn siempre que podía me ponía mala cara o contestaba de mala gana.

Pero he de admitir que no todo fue malo, conocí a Ethan y por un momento logré olvidarme de lo que pasaba a mi alrededor. Se portó muy dulce conmigo a pesar de que no me conoce en lo absoluto, me ofreció quedarme en su casa y se lo agradezco mucho de no ser por él no sé en donde habría pasado la noche, además no me preguntó nada sobre lo ocurrido y se lo agradecí en mis adentros.

Después me quedé dormida y creí que este día por fin terminaría, pero lo que llego después fue peor...

*Flashback*

No podía ver nada, tenía los ojos cerrados y una corriente de aire fría me obligó a estremecerme en donde quiera que estuviera acostada en ese momento, se escuchó un estruendo, lo que hizo que me levantara de la cama, caminé hasta el lugar de donde provenía el ruido y lograba ver a dos personas, mientras más me acercaba la imagen se veía más nítida. Todo estaba de color negro, no se lograba ver nada a los alrededores solo estaban esas dos personas y yo en este sombrío lugar.

Cuando me acerco veo a una mujer con un hombre en brazos tirado en el suelo, ella parece estar llorando y al percatarse de mi presencia eleva la mirada y cuando me mira empieza a gritar, yo alarmada volteo hacia atrás pensando que había algo allí, pero todo estaba negro lo que indicaba que a la que gritaba era a mí. Sus caras se veían borrosas y no las lograba identificar.

—¡Tú! —, me gritaba la mujer —¡Tú lo asesinaste! —. Sus facciones empezaban a hacerse nítidas y pude reconocerla como Crystal, mi madrastra y al hombre como mi padre.

En eso una mancha de sangre se empieza a hacer visible en la camisa de mi padre y me empiezo a desesperar, instintivamente bajo la mirada hasta mi mano y observó que estoy sosteniendo un cuchillo lleno de sangre, la sangre de mi padre, dejo caer el cuchillo, acto que hace que se escuche por los alrededores el ruido del objeto al caer. Cuando elevo la mirada otra vez esta el cuerpo sin vida de mi papá y Crystal a desaparecido, cuando me acerco a él siento que tiran de mi cabello para acto seguido girarme y tomarme por el cuello.

Lo primero que vi era el rostro de Crystal que transmitía odio y ganas de asesinarme, cada vez me apretaba el cuello con más fuerza, lo que hacía que no pudiera respirar bien y de mis ojos empezó a salir un líquido negro.

—Eres una asesina—, me decía en un tono amenazante y con la voz ronca—No mereces vivir—. Al decirme esto último sus ojos comenzaron a tornarse rojos y sangre sale de estos.

Agarré fuerza no sé de dónde y logré gritar, cosa que hizo que despertara y empezara a llorar.

*Fin del Flashback*

Esta pesadilla fue la peor que he tenido en mi vida y algo me dice que esta es la primera de muchas.

Lo último que recuerdo es a Ethan abrazándome y diciéndome que todo va a estar bien, la verdad es que este chico se está ganando mi confianza muy rápido y eso me aterra. Y no sé qué me sorprendió más, si el hecho de que le pedí que se quedara o que aceptara, pero en fin solo sé que cuando estuve cerca de él me sentí segura y no sé si quiera sentir eso. No porque él sea una mala persona o por el hecho de que no lo conozca casi, sino porque sentirte así con una persona es ser dependiente de ella.

He leído muchos libros en las que las protagonistas al sentirse seguras con un chico se vuelven dependientes lo que hace que no puedan tomar sus propias decisiones o se sientan inseguras si no están junto a él. Después cuando la relación tiene una pelea la que sale más herida siempre es la chica en estos casos o si terminan puede que caiga en depresión y se cierre al mundo solo por un imbécil que no la valora, me dirán mata pasiones, pero así pienso y seguiré pensando.

Ojo que no digo que odie al amor o sentirme enamorada, solo que no me gustaría terminar dependiendo de alguien y mucho menos si ese alguien es mi pareja.

§

Después de unos cuantos minutos, Ethan sale de la habitación y pareciera que está buscando algo, pero se detiene al verme en la cocina.

—Creí que te habías ido—. Me dice mientras se sienta en la isla de la cocina.

—Quise preparar el desayuno—, le contesté mientras sacaba los wafles de la waflera y les untaba miel— es lo menos que podía hacer.

Puse el plato al frente de él y quedo sorprendido, cosa que me pareció curiosa.

—¿Nunca has comido wafles? —. Le pregunte con un toque de gracia.

—No, la última vez que comí uno fue en la casa de mis padres hace años—. Me dijo mientras comía un bocado

—Y... ¿Por qué tienes una waflera si no la usas?

—La compré porque dije que iba aprender, pero aún no lo hago—. Me responde y acto seguido come otro bocado, parece que si le gustaron los wafles.

—Es súper fácil—, le dije mientras le pasaba su tasa de café y me sentaba junto a él para comenzar a desayunar— Si quieres yo te enseño.

Él se limitó a asentir con la cabeza mientras disfrutaba de la comida, parecía tan hambriento que cualquiera hubiera creído que no comía hace días.

Después de eso me comentó que tenía que ir a trabajar, pero no me podía quedar sola en su casa así que le dije que iría a visitar a mi mejor amiga que me había llamado para preguntarme como estaba después de lo que pasó.

Ethan se ofreció a llevarme al centro comercial en donde me vería con Alice Morley, mi mejor amiga. Al llegar me despedí de Ethan y le di las gracias e intercambiamos números por si llegaba a ocurrir algo o no encontraba un lugar para pasar la noche.

Me acerqué al centro comercial en donde mi mejor amiga me esperaba, ella corrió a abrazarme como nunca antes lo había hecho, yo rápidamente le correspondí el abrazo, luego de eso nos adentramos al centro comercial y empezamos a pasear por las tiendas.

Pasaron unas cuantas horas y decidimos ir a comer en la feria.

Cuando ya acabamos de comer, veo que un chico de unos aproximadamente 1.90 de altura, cabello negro azabache peinado hacia un lado, de tez blanca con los ojos negros, se acerca a nosotras y cuando menos me lo espero junta nuestros labios en un beso...

Jessica West [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora