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El sabor dulce de la vainilla recorría mi boca deliciosamente. Nada mejor para combatir el calor que un helado. Claro que encontrar una buena sombra, con una fuente detrás, también ayudaba.

Sentía como la tela de mi vestido blanco se pegaba a mis muslos cruzados sobre el muro de la fuente. Sin embargo, estaba feliz de estar aquí. Jungkook y yo habíamos pasado un buen rato juntos.

Lo había llevado a dar una vuelta ayer por el Downtown. Fuimos al OUE Skyspace, uno de los increíbles rascacielos de la ciudad.

Lo genial era el tobogán de cristal por fuera del edificio. Deslizarnos por él te hacía creer que volabas. Claro que la sensación de vacío en el estómago te ponía la adrenalina a cien. Al chico le había encantado.

Sin embargo, hoy nos habíamos decidido por algo más tranquilo.

The Grove era un barrio lleno de tiendas que te hacía recordar esas clásicas pelis americanas. Todo estaba ambientado en el siglo XX, el siglo de oro para el cine americano si me preguntan.

Jungkook quería comprar algo de ropa, así que lo había llevado allí.

Con el rabillo del ojo lo vi llevarse la cucharilla llena de helado de chocolate a la boca.

– ¿Tú no tienes calor? – le pregunté

Es cierto que el helado, la sombra, y las gotitas de agua que la fuente nos salpicaba en la espalda mejoraban el ambiente. Pero el chico andaba con ese gorro de pescador y además, unos lentes de sol. Pero lo peor, es que iba todo de negro, desde la cabeza hasta los pies.

– No realmente. Estoy acostumbrado a vestir así. – respondió llevándose otra cucharada a la boca

– Yo no podría andar toda de negro, y cubriéndome la cabeza. – dije negando con la cabeza — Hace mucho calor aquí para eso.

– Entonces, ¿siempre usas vestidos?

– El noventa y cinco por ciento del tiempo. Es lo más cómodo. Y los Converses, por supuesto. Pongo un poco de protector solar antes de salir a cualquier lugar y ya está.

Esta vez fue él quien negó con la cabeza, sonriendo.

– ¿Qué? – le pregunté terminado de comer lo que quedaba de helado en el envase

– Nada. Es solo que, lo tuyo con los Converses es algo serio, ¿verdad? No te he visto usar otros zapatos.

– Me gustan. Y siempre están de moda. Van con todo, además.

– Cierto. – dijo Jungkook con una pequeña sonrisa

Con un gesto me quitó el envase de helado vacío de las manos y se bajó del muro. Caminó unos pocos metros hasta la papelera más cercana y los tiró allí.

La espalda de ese chico no era ninguna broma. Ni sus piernas. Creo que nunca había visto un coreano que desbordara horas de ejercicio por encima de la ropa.

Y menos uno que se vistiera tan holgado, porque el pullover que llevaba era al menos dos tallas más grandes que él. Tal vez debía usar como excusa todo esto de ser su guía y llevarlo a alguna playa. No me vendría mal refrescarme la vista.

Se dio la vuelta regresando hasta donde yo estaba, sacándome de mis pensamientos sucios.

Dios. Emma. Tienes que parar.

– ¿Vamos?

Asentí y me bajé también del borde de la fuente.

– Deberíamos ir a almorzar ya. Se nos está pasando la hora del almuerzo. – le dije

My time [J.JK] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora