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– Revisen de nuevo esos contratos. Fíjense bien en la letra pequeña. No quiero ni voy a aceptar errores. – dije cerrando la carpeta delante de mí para levantar la vista y ver a unas treinta personas observándome desde sus asientos

– Disculpe, Vicepresidenta. – dijo el señor Lee, uno de los directivos

– ¿Sí?

– ¿Cuándo estaríamos sacando al mercado el proyecto con la compañía china?

– Como todo debe ir según lo previsto, en dos semanas máximo. Firmamos el último contrato con ellos hace tres días. En dos días vendrán los representantes para hacer las últimas comprobaciones de marketing. – dije y observé a la señora que estaba a unos asientos de distancia – ¿Directora Kang? ¿Todo listo en el equipo de marketing?

– Sí. Estamos listos para comenzar las promociones. – respondió

– Perfecto. Este proyecto debe salir tal y como lo planeamos. – hablé y me puse de pie, todos imitaron mi gesto – Sin errores. Será el que nos impulse en el país.

Dicho esto, caminé hacia la puerta y todos hicieron una reverencia.

Fui hasta mi oficina, me dejé caer en la silla giratoria y me descalcé. Andar en tacones todo el día me estaba matando. Extrañaba mis Converses. Escuché un suave toque en la puerta antes de que Haerin, mi secretaria, entrara con una tablet en la mano.

– Dime que traes buenas noticias. – le dije reposando mi cabeza en el espaldar y escuchándola reír

– Solo vengo a entregarte el horario de la próxima semana. – respondió y dejó el aparato encima del escritorio frente a mí

Lo agarré y vi la tabla con las fechas, horarios, nombres, lugares y asuntos.

– Entre todos los negocios que puede haber en el mundo, a veces me pregunto por qué mi padre escogió uno tan complicado. – dije y suspiré

– Lo estás manejando bien. – respondió ella con una sonrisa

Cuando llegué a dirigir la compañía hacía unos tres meses más o menos, Song Haerin trabajaba como interna y nos habíamos llevado bien de inmediato. Principalmente porque las dos éramos unas perfeccionistas en nuestro trabajo.

Papá había establecido la sucursal en Seoul un año antes y tenía el fuerte principio de "reclutar" jóvenes porque necesitábamos una visión al futuro. Y hasta ahora, había dado resultado.

La empresa se encargaba de la instalación de voz y datos, cableado estructurado de redes y de la venta, instalación, reprogramación y mantenimiento de centrales telefónicas. Para nada difícil.

Nótese el sarcasmo.

Por supuesto que los directores y patrocinadores eran personas de más de cuarenta años, por lo que cuando mi padre anunció que su hija de veintitrés años iba a dirigir la filial, muchos llegaron a oponerse, pero papá insistió y llegó a convencerlos.

Hasta ahora todo iba bien. Ya teníamos contratos con empresas como Huawei Technologies en China, y LG Group en Corea. Mi objetivo era lograr una asociación con la multinacional Samsung. Ese sería un paso enorme que terminaría por llevarnos a la cima en la industria.

Había pasado el año anterior trabajando de cerca con papá, día y noche. Me había estado preparando para venir a Seoul. Que yo supiera el idioma era un factor importante, pero, además, sabía que podía confiar en mí.

– Estoy exhausta. Cuando terminemos todo con la Xiaomi voy a dormir una semana entera.

– Aguanta solo esta semana y tendrás una preocupación menos. ¡Fighting! – dijo y volví a sonreír

My time [J.JK] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora