– Señor Yoon, pensé que todo marchaba bien en Tailandia. – dije levantando la vista de los documentos que tenía en frenteTodos en la sala dirigieron su mirada al señor canoso sentado a cinco asientos de mí. Ajustó sus lentes y aclaró su garganta antes de hablar.
– E-Está marchando bien, Vicepresidenta Keen.
– No según la queja que recibí esta mañana de parte del equipo tailandés. – le dije poniendo ambas manos sobre la mesa – Han pedido que se les otorgue el plazo original, ya que en el tiempo que, según ellos, usted les dio, no podrán terminar de instalar los servicios a tiempo. Imagine mi sorpresa al enterarme que nuestra empresa estaba obligándolos a realizar un trabajo mal hecho.
La sala de reuniones quedó sumida en un profundo silencio, hasta que finalmente, el señor Yoon habló.
– S-Solo quería ahorrar tiempo, así tendríamos el trabajo listo para este mes, Vicepresidenta. Nunca fue mi intención...
– Tomar dinero que no le pertenece. – lo interrumpí
– ¡Claro que no!
– ¿No era su intención obligar a los trabajadores a terminar antes, para que el dinero del tiempo restante, en el que se suponía que debían de estar haciendo las instalaciones aún, fuese a su bolsillo? Porque, por lo visto, nunca pasó por su mente comunicarle a la empresa su decisión personal de acortar el tiempo de instalación. ¿O me equivoco?
Muchos directivos comenzaron a murmurar entre ellos.
El señor Yoon solo me observó sin decir nada. La mirada avergonzada y culpable no pasó desapercibida para mí, ni para el resto.
Si había algo que odiaba, era la falsedad. Y más aún cuando se hacía con intenciones de sacar provecho del esfuerzo de otras personas.
– Señor Shin. – dije
– Sí, Vicepresidenta. – respondió de inmediato el mencionado
– A partir de hoy, usted estará al frente del proyecto con la empresa tailandesa.
– Sí, Vicepresidenta.
– Hemos terminado por hoy. – dije y me puse de pie, todos haciéndolo luego de mí – Señor Yoon, lo quiero ver en diez minutos.
Dicho esto, salí de la habitación con Haerin siguiéndome y me dirigí a mi oficina.
(...)
– Toma esto. – dijo Haerin colocando una píldora y un vaso de agua encima del escritorio frente a mí
El dolor de cabeza había comenzado hacía una hora. Nunca antes había estado en la situación donde debía despedir a alguien. Y no era para nada agradable.
Cuando me había enterado de lo que estaba ocurriendo llamé a mi padre y le informé de la situación. Él, como yo, estuvo de acuerdo con despedir al señor Yoon. No toleraríamos a personas corruptas dentro de la compañía.
Tomé la píldora y volví a recostar la cabeza en la silla.
– Vaya problema para comenzar la semana. – volvió a hablar mi amiga
– Mmm. Solo espero que la semana termine bien. Necesito que la Samsung acepte una reunión con nosotros.
– ¿Ya tienes lista la propuesta que le harás? – preguntó sorprendida y asentí
– Sí. La he entregado hoy al comité de valoración y a nuestros accionistas. Dentro de una hora me informarán si están de acuerdo en llevarla a cabo.
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My time [J.JK] (Terminada)
Fiksi Penggemar"Pienso que en la vida hay momentos donde, de repente, puedes ver tu existencia pasar ante ti. Como una manera de comprender tu destino. Todo lo que te llevó a ese instante. ¿Cómo llegamos aquí? ¿Por qué? ¿Es real? Ese chico llegó para convertir nu...