❁ Capítulo 34 ❁

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Me levanté, y no fui a trabajar, como pidió Sonic. 

Me arreglé y hablé a un laboratorio a organizar mi cita para mis estudios. Mis nervios aumentaban al pase de los minutos, no quería leer en la hoja que viene un bebé en camino. No tengo considerado abortar, porque no me siento capaz de ello, además, me da miedo cómo es que lo hacen. Pero, respeto a las mujeres que lo hacen. 

La mujer que me atendió, me anunció que en dos días podía realizarme los estudios. Lo acepté, y colgué. Rouge ya se había ido a trabajar, por lo que desayuné sola. 

No estoy acostumbrada a quedarme en casa, necesito salir, aún si es del trabajo. No me gusta permanecer en casa, y menos acostada. Me gusta gastar mi energía de día a día, por lo que salí sin rumbo.

Comencé a caminar, y me tomé el tiempo de conocer mi ciudad. No he descubierto todo lo que hay por aquí, y por lo visto, existen muchas personas que venden materiales interesantes. 

Hubo una tienda que me llamó la atención, ya que vendían piedras preciosas. Nunca he tenido el fanatismo como Rouge, pero no puedo negar que no me gustan.
Entré a la tienda, y me sorprendían los precios. Pero no me detuvo a recorrer todas las vitrinas donde estaban expuestas. 

Después de observar todas las piedras, me salí y retomé mi camino. 

Minutos más tarde, me cansé más de lo normal, por lo que decidí sentarme en una cafetería. Por cortesía, pedí una botella de agua. Es anormal que me haya cansado con solo caminar. Además que percibía un olor desagradable, pero tuve que aguantarme. 

Volteé a mi derecha, y me llevé una sorpresa que me hizo casi escupir el agua. Ella se encuentra ahí, sentada, mientras yo pensaba que seguía en el campo con su mamá. Espero que no sea una ilusión o creación de mi mente. 

Me acerqué y le toqué el hombro, ella volteo a verme, y reaccionó igual que yo. 

— Amy, ¡eres tú! — se maravilló y no dudó en abrazarme, le correspondí el abrazo. 

— Cream, pensé que nunca volvería a verte.

— Gracias al destino, nos hemos encontrado de nuevo. Me alegra mucho verte Amy, han pasado tantos años de la última vez que te vi.— mencionó sin soltarme. 

Le tengo un cariño especial, ella es tan amable y tierna, su voz es demasiado dulce. Cualquiera pensaría que es menor de edad, pero no es así, tiene casi mi edad, ella es cuatro años menor que yo. 

Cuando la conocí, fue en un día que me llevaron a mis papás a un campo. Ella estaba jugando con el pasto, y se detuvo cuando la miré. Se escondió y tenía decidido no salir hasta irme. 

Mis padres atendían unos asuntos con la gente que contactaban, por lo que me dirigí con ella. Quise que me tuviera confianza, y lo logré. 
A pesar de las diferencias de edad, me divertí con ella jugando, y me entristecí cuando tuve que irme. Por suerte, cada fin de semana iba a ese lugar. 

Años después, ella tuvo que irse, a un campo, por la falta de dinero. Y se fue. 

Ella regresó en el momento exacto, Cream es comprensible, puedes contarle todo lo que quieras, y no te criticará, te dará los mejores consejos. 
No dudé en pedirle ayuda.

— Cream, tengo un problema que no puedo pensar en una solución. Hace unos meses, conocí a la persona con la que estoy actualmente. Se llama Sonic Speed, es un empresario que es famoso en esta ciudad. Pero creo que estoy embarazada y no estoy lista para ser madre.— le expliqué con los ojos cristalinos. 

— Pues, no sé mucho de la maternidad, pero sé que no todas las mujeres están listas para ser madres. Y lo mejor, sería esperar hasta que salga ese bebé, y tú misma lograrás serlo. Cada quien es diferente como madre, por lo que tú serás única, y serás la única madre de ese bebé. No deberías preocuparte mucho por ello, comprendo que estés nerviosa por ello.— me tomó de las manos, mientras me decía estas palabras.

— Gracias por tu consejo Cream. ¿Cuándo te mudaste aquí? — cuestioné.

— Me mudé hace dos meses, con mi mamá. Tuve el dinero para la casa que compré. Todos estos años decidí ayudarle a mi mamá, y juntas hemos llegado aquí. Me costó mucho esfuerzo y horas de sueño, pero valió la pena.— sonrió, y podía notar esa esencia de inocencia, como siempre.— Cuando quieras, puedes visitarnos, te escribiré la dirección.— tomó un pedazo de hoja y sacó un lápiz de su pequeño bolso, y empezó a anotar en el papel. 

Me lo dio, y lo guardé. Seguimos conversando, y sentí paz, demasiada, hace mucho que no sentía algo así. 

La conversación finalizó porque necesitaba realizar otras actividades. 

— El deber llama, te veré después Amy, y si estás embarazada, seré otra persona más que deseará ver al bebé.

— Si... gracias.— sonreí nerviosa. 

Se fue, y yo tomé la decisión de regresar a casa, me cansé demasiado. 

Mientras caminaba, me puse los audífonos y escuché música. Siempre que quieras encerrarte en tu mundo, los auriculares son la mejor opción. 

Llegué a mi casa, y acomodé mis zapatos. Me acosté en mi cuarto y suspiré.

— No quiero ir a mis estudios.— pensé con una mano en la frente, y viendo el techo. 

Las náuseas volvieron, y tuve que ir al baño. No fue la única vez, vomité varias veces y mi rostro ya estaba hinchado, agregando que siempre me crecen granitos rojos y mi rostro se vuelve rojo. Lo peor que pude hacer, fue tomar agua, eso hizo que vomitara más. 

Me sentí demasiado mal, y ya no pude levantarme de la cama. 

Esto hizo que mis sospechas de embarazo se confirmaran, pero aún así, hay esperanza que sea una enfermedad. 

Minutos después, la cabeza me punzaba, y me molestaba. Me quejaba, y gritaba en mi interior. Quería llorar, pero empeoraría las cosas. 

Sentía que moriría, y decidí llamar a Rouge, necesitaba ir al médico de nuevo.

Pidió permiso en su trabajo, y en seguida, regresó a la casa, preocupada.

— Amy, estás demasiado mal, debí haberte llevado al doctor desde que vomitaste esa noche.— me agarró y coloqué mi brazo izquierdo en su brazo. 

Como pude, caminé lo más rápido que tuve, y ella se detuvo en la puerta. Tomó su teléfono, y marcó a la persona que me contó el otro día. 

— Knuckles, necesito tu ayuda, mi amiga está muy mal y necesito llevarla al hospital. ¿Puedes venir por mi? 

De reojo, solo vi cuando colgó. Esperamos ahí paradas, y sentí que pasó poco tiempo. Llegó la persona, y me subió al auto. La fiebre se presentó, y mi mejor amiga se preocupaba más. Yo estaba recargada en su hombro, y no alcanzaba a oír mi alrededor. 

Lo último que pude observar, es que llegamos y me metieron a urgencias. Escuché que me iban a tomar estudios, y me internaron. 

Tuvieron que avisarle a Sonic sobre la situación, y corrió a verme. 

Me dormí antes que llegara, por lo que no pude verlo. La cita programada se había cancelado, pues ya me iban a tomar estudios ahí mismo. 

No quiero ver los resultados.

Continuará

Cuando acabe el libro, crearé un nuevo libro solo para responder dudas, si es que tienen. Porque siento que he dejado algunas situaciones en blanco 🌸

Capítulo 34

❁ 𝟱𝟬 𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora