❁ Capítulo 43 ❁

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Antes de empezar con el capítulo, habrá una explicación que no tendrá lógica para ustedes, y al final les compartiré lo que he investigado para el libro.

Pasó un largo tiempo desde que fue trasladada a la sala, a Sonic le dolía la cabeza de tanto esperar. ¿Quién no lo estaría? Tener en cuenta que esos dos hijos posiblemente sean del agresor de tu pareja. 

El doctor que atendió a Amy, salió y gritó el nombre del paciente. En seguida, Rouge y Sonic se levantaron. 

— ¿Ustedes son los familiares de Amy Rose? — cuestionó el médico.

— Ella no tiene ningún familiar, él es su pareja y yo su mejor amiga.— respondió la murciélaga con ambas manos entrelazadas y nerviosa.

— La paciente y sus hijos se encuentran estables. Los bebés al salir se les detectó que el azúcar fue muy baja, pero no se preocupen, ellos están bien. Por ahora no se permiten las visitas, necesita descansar un poco la madre.— anunció.— Apenas me enteré de la situación que pasó con la paciente, por lo que mañana se harán las pruebas de ADN. No se necesita la sangre de la otra persona, si da negativo se dará la conclusión que no es su sangre. ¿Queda claro? — explicó el doctor recopilando algunos datos importantes.

— Está bien.— ambos respondieron al mismo tiempo.

— Por ahora, lo que si se permite, es que el padre puede solo ver a los bebés dentro de la incubadora. No podrá ni tocarlos, ni cargarlos. ¿Desea ir?

— Por su puesto.

El erizo siguió al médico hasta llegar al lugar. Su corazón latía muy rápido y fuerte. Sentía que se iba a salir en cualquier momento. Quería saber el género de ambos pequeños.

Llegaron, y el doctor señaló a los bebés que eran de él. Le indicó la salida cuando quisiera irse. Tenía que atender varios asuntos acerca de los pacientes que observaba, por lo que se retiró del lugar.
Dentro, se encontraban tres enfermeras cuidando de todos los que se hallaban dentro de la incubadora, y que pronto podrán estar en los brazos de su mamá.

El azulado observó bien a sus pequeños, y se podía notar que era un varón y una niña. Sus púas aún no tenían un color en específico, y sus ojos los tenían cerrados. Los ojos de Sonic se volvieron cristalinos, y su corazón latía aún más que antes. 
Quería abrazarlos, cargarlos y verlos por mucho tiempo. Saber qué color serán sus púas, al igual que sus ojos. 

Después de un largo tiempo, se retiró de dicho lugar, y volvió a la sala de espera. 

Rouge estaba tomando un café, de los que te vende el mismo hospital. 

— ¿Tú crees que sean míos? Que comparten mi misma sangre.— indagó Sonic, Rouge detuvo su acción y dejó el vaso en una pequeña mesa.

— Yo espero lo mismo que tú, que sean de tu sangre. Y aunque no compartan la misma, ellos te querrán mucho, y te verán como su padre biológico.

Llegó la noche, y Sonic insistió en que Rouge se fuera a casa, él cuidaría de Amy en cuanto le permitan entrar a su habitación.
La murciélaga regresó a su casa, y el médico llegó con el erizo a anunciar que ya puede entrar. El máximo de personas son 3.

No dudó en ir a la habitación. Tuvo que entrar a un pequeño elevador para subir dos pisos más. Buscó el número que le indicaron. Lo encontró y entró.

Vio a su futura esposa mirando la televisión. Las ojeras estaban presentes debajo de sus ojos, se notaba que se sentía cansada, además que le dolían un poco las piernas.
No pudo evitar abrazarla, con cuidado. Sentir su calor chocar con el de él. Su vida revivió, su corazón late como debe de ser.

❁ 𝟱𝟬 𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora