❁ 𝟱𝟬 𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 ❁

❁ Capítulo 37 ❁

Días después de ese mensaje, prometió lo que estaba escrito en el chat. Me llegó a mi cuenta bancaria el dinero suficiente para realizarme los ultrasonidos de el siguiente mes, y comer para todo ese mes. Sacar todo ese dinero junto del banco, me implicaría un riesgo que me roben todo el bolsillo.

Fui a sacarlo, y lo escondí en muchas partes, además que venía atenta a mi alrededor, para asegurarme que nadie me persiguiera, o tuviera la horrible intención de asaltarme.

Llegué a casa bien, y guardé el dinero en un mueble. 

Contando que el hijo que cargo posiblemente sea de Shadow, tengo que recoger y recuperar todas las fuerzas que tengo para verlo frente a frente, y hacerlo saber de ello. 

Lo más seguro es que esa haya sido su intención, embarazarme y causar dolor entre nosotros, entre Sonic y yo. 

A causa de ello, tuve que darme un tiempo, y dejar de ver a Sonic. Ya no puedo verlo igual, después de ocultarme algo muy importante, algo que tarde o temprano, mi corazón se rompiera en pedazos. 

Tomé mi celular, y marqué de nuevo a ese contacto, donde Sonic tuvo la oportunidad de visitar a Shadow. 
Me respondió, y reconoció mi voz al instante. Le platiqué todo lo que había sucedido, y con gusto accedió a mi propuesta. Desde este día, podía ir a visitarlo. Decidí que hoy mismo, se enterará de todas las palabras que le tengo a ese desgraciado. 

Preparé mis cosas, y salí de casa. La persona me envió la ubicación de la prisión. Corrí con mucha suerte, pues las visitas son desde las 2 hasta las 4 de la tarde. 

🌸

Esperé a Shadow, a que se pusiera en frente mío, y nos cubriera una ventana. 

No sé cómo describir mis sentimientos en este momento, son muchas sensaciones, que me es imposible llorar. 

Lo único que espero, es que ese bebé sea producto de esa vez de la tina. 

Y por fin había llegado ese idiota. Se sentó y ambos agarramos los teléfonos que se encontraban pegados a nuestra derecha. 

— ¡Cuánto tiempo sin verte! Rose.— exclamó sarcásticamente. 

— Sí, demasiado tiempo. ¿Estarás contento con lo que nos hiciste? — pregunté enojada. 

— ¿Qué? ¿El regalo de bodas que les dejé? Claro, no podía faltar mi regalo, sería irrespetuoso hacerlo.— soltó carcajadas, mientras se acariciaba el abdomen.

— Ojalá te pudras en el infierno, si el bebé es tuyo, aún así lo querré mucho, demasiado. Y le explicaré la basura que eres como persona. Te odio Shadow The Hedgehog, eres quien aurrinó mi vida. ¡Quién destrozó mi relación con el amor de mi vida! — grité, y no pude evitar lanzar el teléfono. Los oficiales, que se encargaban de cuidar la zona, en seguida me detuvieron por hacer tal acción.

— Por favor señorita, guarde la calma. No permitimos esa clase de acciones aquí.— dictó el policia, quien sostenía mi muñeca derecha. 

— No se preocupe, ya me iba de aquí. 

Finalmente, solo vi como se llevaron a Shadow, y supe desde ahí, que ya jamás lo veré. Es un alivio saberlo, pero con lo que me hizo, posiblemente siempre esté presente en mi vida. 

Me salí del lugar, y le agradecí a la persona, que me dejó entrar a la prisión. 

Las lágrimas salieron, y mi cabeza quería explotar, mi estrés llegó de visita, y la desesperación también. 

No podría abortar, no me gustaría hacerlo. 

Regresé a casa, y me serví un vaso de agua fría. Me lo tomé rápido, y tomé una bocada de aire. Me limpié los labios con la mano, y mis lágrimas pararon de salir.