❁ Capítulo 44 ❁

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Dos días después, Amy salió del hospital, junto con los dos bebés. Se dirigieron a su hogar, y todos se encontraban confundidos con la terrible noticia que uno no es de la misma sangre que Sonic. 

— Posiblemente no lo esté aceptando, pero eso suena bastante ilógico.— exclamó Sonic molesto.

— Yo tampoco lo creo, pero nos daremos cuenta cuando comience a salir el color de sus púas, o cuando abra los ojos, y eso será en unas dos semanas, aproximadamente.— explicó la rosada arrullando a uno de sus pequeños.— Si es de él, presiento que sus ojos serán del color carmesí igual que su padre.

— Está asegurado que Shadow tenía una enfermedad mental, ¿se puede compartir esa genética? — preguntó Sonic con ambas manos entrelazadas y nervioso.

Rose abrió los ojos sorprendida, pues muchas enfermedad, tanto físicas como mentales, comparten la genética con el hijo. La eriza observó a su hija, que se encontraba durmiendo tranquilamente. 

— Espero que no tengas lo mismo que tu padre.— pensó.

Minutos después, Sonic se acordó de los planes de la boda. Le comentó esto a su amada, y ella no se acordaba en lo absoluto por sus dolores y todo lo que había pasado.

— ¿Quieres casarte? Digo, si no quieres podemos cancelar todo en este preciso momento.

— Tengo el deseo, pero estuve pensando en algo.— dejó a su pequeño en su cuna.— ¿Donde dejaremos a los niños? Si nos vamos de luna de miel, ellos no nos dejarán disfrutar un poco del paisaje a donde vayamos. Además, me causa pendiente que no vayan a tomar leche materna.— dijo la eriza mirando a Sonic triste de la situación.

— Nos dijo el doctor que no pasa nada si toma la fórmula en vez de la materna. Y para eso, tendrás que acostumbrarlos a tomar la leche en polvo. Podremos dejarlos con la mamá de Cream, ella seguramente tiene experiencia con eso.

— Tienes razón.

Ambos decidieron hablar sobre ese tema otro día, pues ya era un poco tarde, debían dormir. 

Sus planes no funcionaron, pues un niño recién nacido, necesita mucha atención toda la noche. Lloran, tienen hambre, y duermen. Esa es la rutina de cada día. 

El día siguiente, a ambos se les notaba las ojeras, grandes y oscuras, con un toque de verde. Se sentían cansados, y Sonic así debía ir a trabajar. 

Rose preparó el desayuno, y se despidió de Sonic. 

Comenzó con su día limpiando la casa, aunque esta vez corría a atender a sus hijos. Cuidar de ambos y limpiar la casa no era una tarea fácil. 

Esta vez, se le ordenó al chófer que llevara comida para Amy. Cada día le ordenarían lo que ella quisiera. Por este trabajo extra, su salario subió un poco más.

Días más tarde, llamaron a la casa de Cream para comentarle la situación por la que están pasando. La mamá de la coneja aceptó cuidar de ambos niños, ella estaba agradecida de ser la persona quien cuidaría de ellos. 
Querían pagarle todos los días que ellos no estarían, pero ella no aceptó. 

Así, pudieron organizar su evento especial y colocar los últimos detalles. 

Llego el día en que Rose iría a probarse miles de vestidos para su boda. Rouge la acompañó a opinar sobre los vestidos que elegiría. Sonic descansó ese día, por lo que él cuidó de los bebés.

Rouge estaba emocionada por ver a su mejor amiga lucir más radiante que nunca. Ella sabía que ese día sería el mejor para Amy.

La murciélaga aún recuerda todas esas veces que su mejor amiga llegaba a abrazarla, llorando y contando todo lo que había sucedido con la persona que le gustaba en aquel entonces. Le tocaron patanes, mujeriegos, fríos, irresponsables, y el más recordable, un enfermo que era capaz de matar a Amy.

Por suerte, la vida quiso presentar a un hombre que fue todo lo contrario, su único defecto más grande son los celos, pero no pasa de ahí. 

Rouge sabía que se casaría con el hombre correcto.

Entraron a la tienda que le recomendaron, había demasiados vestidos lujosos y brillosos, deslumbraban al toque con la luz del sol. Sin duda alguna, son espléndidos para las damas bellas que querían casarse, el único detalle es que su precio es muy alto.

Las pupilas de Rouge se dilataron al ver aquellas bellezas colgadas por todas partes. Una empleada las atendió, y Amy describió el vestido que ella buscaba. En seguida, la llevaron a un pequeño cuarto, donde habían múltiples vestidos con la descripción que ella dio.
La empleada le ayudó a escoger su vestido, junto con Rouge. 

Gracias a la figura de su cuerpo, le quedaba perfectamente los vestidos llamados "sirena". Rose no quiso quedarse atrás y se probó uno. 
Al verlo, se enamoró con el tipo de vestido y buscó uno que le gustara demasiado.

Horas después, el vestido correcto llegó a las manos de la eriza.

Tenía piedras hermosas que brillaban con cualquier tipo de luz. Se sentía cómoda, no le ajustaba mucho y podía realizar movimientos uniformes. 
Rouge y la empleada quedaron asombradas por lo bien que se veía. 
Sin más rodeos, Amy pagó con una tarjeta de crédito, el vestido lo envolvieron con una protección para que no se dañara. Lo llevaron hasta el auto y pronto se fueron a la casa.

La murciélaga fue invitada a comer con la pareja, y aceptó, puesto que no tenía nada importante qué hacer en la casa. 

— ¿Cómo te ha ido con Knuckles? — preguntó la rosada tomando un jugo de naranja.

— Me ha ido muy bien, me trata como una reina de un palacio, todo lo que deseo me lo compra. Corrió con suerte que no suelo pedir muchas cosas, pero dejando eso de lado, me ama demasiado, me lleva a todos lados y me respeta.— respondió Rouge emocionada y mostrando una ligera sonrisa.

— Claro, mereces ser tratada así, y mucho más.

— ¿Saben como nombrarán a mis sobrinos? Estoy ansiosa por escuchar sus nombres.

— Aún no sabemos, pero hemos tenido ideas vagas, pero no nos agrada demasiado.— respondió Sonic.

— Me dicen cuando estén decididos, porque no sé como decirles cuando los veo.— soltó una pequeña carcajada.— Si no van a tener una abuela, por lo menos tendrán una tía que los consentirá demasiado.

— Sin excesos Rouge, no quiero que mal acostumbres a mis niños.— replicó Amy cargando a uno.

— No lo haré, nada rebasará los límites. Te lo aseguro y te lo prometo como tu mejor amiga. 

A la noche, el chófer llevó a Rouge a su casa. Sonic limpió los trastes sucios y la mesa. Amy se encargó de cuidar a los bebés y darles leche.

En poco tiempo, ambos erizos serían esposos y sentían una cantidad imaginable de felicidad. Sonic desde su interior, agradecía por encontrar una chica tan linda y amable. No le interesaba el dinero que él poseía, y era alegre por saberlo.

 No le interesaba el dinero que él poseía, y era alegre por saberlo

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Continuará

Esto ya casi llega a su final, espero que la estén disfrutando bastante y que la continué por ustedes, por fin en mi vida, sentiré lo que es tocar ese botón llamado "obra completa" . Se vendrán más obras, pero todo a su debido tiempo, estoy trabajando en otras. 

Los amito demasiado, tomen mucha awita o se deshidratan mis niñas/os.

Capítulo 44

❁ 𝟱𝟬 𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora