❁ Capítulo 20 ❁

939 72 44
                                    

Me desperté, Sonic estaba a un lado mío durmiendo, parecía un bebé descansando y me encantaba.

Me levanté, me vestí con la ropa que me dio cuando me quedé en su casa por primera vez y decidí empezar a preparar el desayuno. Pude encontrar varias cosas, pues aún no me familiarizo con su cocina, y en general la casa.

Estaba concentrada en lo que estaba haciendo, que no escuché que Sonic ya se había levantado de la cama. Sentí sus manos rodeando mi cintura, y me impresioné, pues no lo había visto.

— Buenos días.— dijo en mi oído.

Sonreí y seguí cocinando sin distraerme. Me ayudó a colocar los platos sobre la mesa. Cuando la comida ya estaba lista, la pasé a ambos platos y serví a ambos agua acompañada de una taza de café.

— ¿Qué le pusiste al arroz? — preguntó viendo el alimento con el tenedor que tenía en la mano.

Me desanimé un poco, pues al principio pensé que estaba criticando lo que había cocinado. Pero estoy equivocada, una idea totalmente errónea. Lo probó y no pudo ocultar su expresión de asombro.

— ¿Te gustó? — pregunté nerviosa.

— No me gustó. ¡Me encantó! — expresó tomando otro bocado.— ¿Qué le pusiste?

— Bueno, mi mamá me enseñó algunos secretos. Y al arroz le puse salsa de soya, siempre ha sido una de mis favoritas. En realidad, es solo sodio, pero sabe demasiado rico acompañado de arroz.

Desayunamos felices, ambos limpiamos los trastes y la mesa. Nos metimos a bañar ambos, ya saben, para ahorrar un poco de agua.
Como lo es de esperar, realmente no fue lo único que hicimos, nos besamos y nos tocamos un poquito, antes de llevarme de regreso a casa.

🌸

— ¿Sabes Rouge? Soy una de las personas más felices. Me trata demasiado bien, me compra de todo aunque no se lo pida, me saca a lugares hermosos. Lo amo demasiado.— dije degustando la comida que Rouge había preparado.

— Se ganó mi confianza, es un buen chico.— expresó sonriendo.

Ambas hablamos y comíamos al mismo tiempo.

Decidimos jugar después y así se pasó mi tarde. Llegó la hora de descansar y me fui a dormir para otro día de trabajo.

Ahora era Miércoles, me dirijo ahora mismo al trabajo. Me puse mis audífonos y escuché música, mientras veía por la ventana el paisaje. Aún no se revelaban los rayos de luz, por lo que estaba oscuro afuera, además de que hacía frío.

Llegué y como es de costumbre, saludé a Tails y le pedí que me informara todas las citas de hoy que debo preparar. Posteriormente me dirijo a mi oficina a crear las citas, es lo que hago siempre antes de empezar mi trabajo.

Eran alrededor de las 10 de la mañana, estaba pasando un reporte, y escuchaba como mis uñas chocaban con el teclado, es uno de mis sonidos favoritos y me satisface.

Daiki entró a mi oficina sin previo aviso. Por lo que me llevé un susto que se me heló la sangre.

— Perdón por espantarte.

Lo invité a que pasara y me dijera lo que me tenía que decir. Él cierra la puerta y lancé una mirada confusa, no sé exactamente qué estaba haciendo. Me levanté de mi lugar y estaba a punto de caminar hacia su dirección para abrir la puerta.

— No lo malinterpretes, quiero hablar de un tema serio.

Daiki no tiene que ver conmigo, en nada, no habría por qué hablar de temas serios. Aún así, decidí escucharlo y volví a mi lugar. Se acercó y no me esperaba su acción. Se colocó atrás de mí, y me colocó una navaja donde daba mi garganta. Me sorprendí y me quedé quieta, intentando que no me hiciera daño.
Su brazo rodeó mi cuello, aún con la navaja en mano, sentía demasiado temor de que ese fuera mi final.

❁ 𝟱𝟬 𝐑𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐏𝐄𝐄𝐃 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora