Roses

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Era viernes por la noche, el sol había caído desde varias horas atrás, pero la diversión estaba apunto de comenzar. Era uno de esos tantos días en la nueva vida de Dong Sicheng, una donde comenzó a ser totalmente distinto a lo que jamás nadie imaginó.

Estaba listo para salir en compañía de sus mejores amigos; Kun, Ten, Xiaojun y Hendery. Los cinco estaban listos para salir al centro de la ciudad y adueñarse de la pista de baile de su discoteca favorita que siempre se encontraba atiborrada de gente de todo tipo.

Pero primero contextualicemos todo esto; Dong Sicheng, originario de China, tenía solo medio año viviendo en Corea del Sur, totalmente solo y llegado de intercambio a una de las tantas universidades de la ciudad de Seúl. No queriendo decir que la principal razón por la que salió casi huyendo de su ciudad natal fue por el constante abuso que recibió durante... Toda su vida, prácticamente, pero sí, ese era básicamente el porqué de su repentino cambio de país.

El chino estaba dispuesto a dejar de ser el hazme reír de todo el que le conociera, el sujeto que era amable hasta con el matón que buscaba tumbarle todos los dientes frontales de un puñetazo. Ya no quería vivir entre las sombras, soñando con tener una vida totalmente distinta a la suya; una donde tenía amigos por montón y todos intentaban estar cerca suyo. Buscaba ser una persona totalmente diferente, pero no sabía ni por dónde carajos empezar. Todo eso cambió cuando conoció a Ten y los demás.

Chittaphon, aquel tailandés que era conocido mejor por su apodo Ten, algo no tan común para Sicheng, pero le agradaba.

Sería una total mentira decir que no se llevó una tremenda sorpresa al ver que aquel chico de aura tan luminosa, semblante de ser la abeja reina de todo lugar que pisara, se le estaba acercando para almorzar con él y lo mejor de aquello es que Ten no estaba solo jamás, siempre estaba en compañía de Kun, Xiaojun y Hendery, otros tres chicos apuestos que Sicheng solo había tenido la oportunidad de ver desde lejos, sentado solo y pensando la manera en cubrir sus cardenales para que su madre no sospechara nada de su apestosa vida escolar-social y deseando algún día poder ser totalmente diferente a lo que era.

-No eres feo o gordo, tampoco tienes semblante de ser un rarito -fue lo primero que Ten le dijo. Vaya manera de comenzar una primera conversación-, pero vi como dos idiotas te hacían tambalear por los pasillos fingiendo que no existías...

-Las apariencias engañan, Ten, quizá no sea más que un don nadie sin una vida interesante -dijo Hendery, el cual desde un primer momento intimidó al pobre chino.

-¿Quién eres, niño? -volvió a hablar Ten, acercándose aún más a Sicheng.

-Dong Sicheng -respondió casi temblando del miedo.

Y desde allí comenzó un largo proceso de adaptación, uno donde el chino intentaba aprender todo lo que sus nuevos -y ahora mejores- amigos hacían y le aconsejaban; desde cómo vestir, cómo caminar y cómo lograr plantar miradas que hicieran trastabilar a más de uno. A Sicheng le encantaba aquel cambio que tras tanto esfuerzo había logrado, dejando atrás a su yo del pasado que vivía con miedo, esperando que algún milagro del cielo le cayera y que nadie le volviera a molestar o simplemente terminar de volverse invisible para todos.

Y ahora, seis meses después, el grupo de amigos caminaba cerca uno de otro por la calle del centro, sintiéndose ansiosos por llegar a la que sin duda era su discoteca favorita, tan favorita que ni siquiera tenían que hacer la imposible fila para entrar, solo bastaba con acercarse a la puerta y darle una bonita sonrisa al guardia que los recordaba bien.

Ya dentro del lugar, los cinco amigos se adueñaron de la mejor mesa vacía que encontraron, una cerca de la pista de baile y con una vista que les dejaba ver todo el lugar, desde allí podían ver hasta el rincón más oscuro de las esquinas, dejando a simple vista el primer piso lleno de gente aquí y allá, desde extranjeros conociendo el lado no tan mencionado de Corea, hasta los locales que buscaban olvidarse de su cotidiana vida.

ONE SHOTS: yuwin ver.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora