Los inadaptados nunca lobraban encajar, Sicheng de eso estaba seguro, pero hace mucho tiempo que le dejó de importar realmente.
Vivía en Japón, un lugar que era bello y agradable para vivir, pero no mucho cuando tus ideologías y criterios van más allá de lo que comúnmente se piensa que es normal o correcto.
Su maldición, como él prefería llamarle, comenzó cuando tenía catorce años y descubrió que era homosexual, después continuó cuando, a los dieciséis, su madre le explicó que su orientación sexual siempre sería la más juzgada, comprometida y menos aceptada.
Al menos hasta que su país dejara de ser partícipe de ideas machistas y anticuadas.
Sus padres intentaron darle la introducción a ese curso de vida donde tenía que aprender a ser discreto con eso que lo llevaba a ser "diferente" a los demás.
No lo comentes con nadie, fue lo primero que escuchó. Fue la primer cadena que le hizo sentirse como un peligroso animal.
No tomes esa actitud femenina. Nada de cosas rosadas o modales coquetos, le dijeron con serias caras, con muecas de incomodidad. Sicheng sabía que sus padres no querían aquello, él tampoco, pero la sociedad los orillaba a eso.
La tercera indicación no la escuchó, jamás la conoció y mucho menos la llevó a cabo, aunque en realidad nada de lo que sus padres le decían era algo que aplicara en su vida diaria. Aunque tuvieron suerte de que el color rosado no le encantara demasiado, aún así lo usaba para fastidiarles y hacerle ver a los demás que los colores no lo denominan, sino que él les da el toque.
La maldición siguió cada día de su existencia, una donde tenía que salir de casa y encontrarse con ese mundo lleno de personas que no lo entendían, que no respetaban su peculiar forma de vestir y actuar. No le importaba respetar a los adultos que eran groseros con él, tampoco era de los que se quedaban callados cuando algo le molestaba o le parecía injusto.
Era él contra el mundo entero.
Hasta que conoció a sus amigos.
Descubrió que no era el único en aquel lugar que tuviera una maldición eterna sobre su cabeza, sino que Kun, Ten, Lucas, Hendery, Xiaojun y YangYang vivían el mismo puto infierno con cada paso que daban o cada lugar que visitaban. La gente los observaba cuando caminaban juntos por las calles, haciendo resonar las plataformas de sus botas mineras o las cadenas de sus cinturones chocaban entre sí haciendo ruido y acusando su presencia. La gente los detestaba. Ellos detestaban a todos esos que se atrevían a juzgarlos por lo poco que demostraban tras su andar o preferían burlarse de ellos sin razones válidas o aparentes.
Iban al mismo colegio, en la misma generación y en el mismo salón de clases que usaban para hacer de todo, menos para estudiar o acatar a los profesores.
Los siete siempre estaban juntos, pasaban los descansos en una misma mesa en el patio de la preparatoria, alejados de todos aquellos que preferían hablar a sus espaldas y sacarles la vuelta, las tardes también las aprovechaban para diferentes cosas, pero la más importante sin duda era su banda.
Después de un año de tocar en casa de Hendery con una única espectadora; su madre, decidieron que era momento de ponerle un nombre a la agrupación. Discutieron varios días sobre cuál podría ser algo que los representara, algo que fuera inteligente y original... Al final llegaron a un mismo acuerdo, WayV sería su nombre.
Ellos buscaban representar a todos los chicos del mundo que se sentían justo como ellos; como unos inadaptados, alguien que no era comprendido o seguido por nadie. Ellos siete querían que todos supieran que aveces ser así no era nada malo, que el vestir diferente no los convertía automáticamente en delincuentes, ellos solo querían vivir en un mundo sin etiquetas o prejuicios idiotas.
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ONE SHOTS: yuwin ver.
FanficHistorias básicas YuWin que no me atrevo a hacer fanfic. :D ((LIBRO CERRADO)) ✨ #1 - Yuwin 17.01.2021 ✨ ✨ #2 - Yuwin 26.01.2021 ✨