«No estaré aquí para escuchar la última canción.»
La música de piano sonaba de fondo, encima de la tarima del escenario se podía ver al pianista que tocaba con pasión para todos los presentes.
Yuta sostenía un vaso medio lleno de whisky. Estaba en una de las fiestas anuales de navidad que su empresa hacía para los trabajadores, artistas y personas importantes del medio. Era aburrido estar allí, al menos para él lo era. Suspiraba cada dos por tres, sentado en una mesa medio vacía con su mánager a un lado. No podía dejar de observar al chico que tocaba aquel piano inmenso de color negro brillante. Sus dedos viajaban por el largo de las teclas, haciendo sonar melodías perfectas.
-¿Quién es? -preguntó el artista a su representante.
-Algún artista nuevo, ya sabes que la compañía ama dar nuevas oportunidades a jóvenes inexpertos -respondió el hombre. Yuta suspiró.
Fue una hora más de tiempo que tuvo para poder disfrutar de aquellas melodías que el pianista tocaba, pero pronto tuvo que irse y darle espacio a una nueva banda completa, la cual tocaba una variedad más amplia de instrumentos y que también tenían un vocalista que tocaba la guitarra. A Yuta ya no le interesó prestar atención, solo quería largarse de ese lugar y poder ir a casa a dormir. Había tenido un año duro; mucho trabajo y nada de descanso. Intentaba encontrar el lado reconfortante de todo aquello, pero no podía si quiera pensar en algo mínimo. La navidad y el año nuevo venían en camino, y por ende, mucho más trabajo para complacer a los fanes internacionales.
Rodó los ojos en silencio, con los brazos cruzados y una mirada de muy pocos amigos.
Yuta no odiaba ser cantante, más bien odiaba cómo su empresa lo obligaba a trabajar y desarrollarse como profesional. Desde niño había soñado con poder cantar frente a miles de personas, pisar escenarios gigantescos y hacer felices a miles de personas. Había trabajado duro por mucho tiempo para que sus sueños fueran más bien una realidad, pero ahora que lo había logrado, ya no lo estaba disfrutando del todo. Cada día era más difícil salir de la cama y darle la cara a los cientos de fanáticos que esperaban por él afuera... Nunca pensó que se llegaría a sentir así de malagradecido por estar cobrando tanto dinero a base de lo que amaba hacer.
Nakamoto amaba a sus fanáticos. Amaba cantar y bailar, pero... Algo le hacía falta... Quizá vivir de manera diferente. Sentirse dueño de su propia vida y decisiones. Ya no quería sentir miedo por cada paso que daba, sintiendo que no era lo que una figura como él debería estar haciendo. Se había cansado de intentar ser un modelo a seguir perfecto para todos. Aveces solo quería divertirse sin sentir miedo de equivocarse y que su trabajo le costara como consecuencia.
-¿Nos vamos? -escuchó la voz de su representante. Lo miró un poco aturdido y asintió con una leve sonrisa. ¡Por fin!
El hombre mayor le tendió su abrigo color negro y Yuta se lo vistió, abrigándose bien porque Tokio a las doce de la madrugada se sentía peor que la Antártida. Caminaron por el salón en donde se estaba llevando a cabo lo último de la fiesta, despidiéndose de los jefes y las personas que debían tener una buena impresión sobre Nakamoto Yuta, el solista más valioso de todo Japón. Lograron salir por la puerta trasera en donde la camioneta ya los esperaba para llevar al menor a casa. No había gente por allí, incluso los fanes se habían cansado de esperar y se habían ido por causa del horrible frío que hacía. Al salir por aquella puerta trasera, se dieron cuenta que el auto no estaba.
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ONE SHOTS: yuwin ver.
Fiksi PenggemarHistorias básicas YuWin que no me atrevo a hacer fanfic. :D ((LIBRO CERRADO)) ✨ #1 - Yuwin 17.01.2021 ✨ ✨ #2 - Yuwin 26.01.2021 ✨