Era miércoles, el sol brillaba sin vergüenza y la piel tostada de Sicheng ardía bajo los rayos intensos, pero no pretendía levantarse de la banca y buscar una mejor posición, no hasta que el descanso terminara.
¿La razón? Simple, a unas cuantas mesas de distancia se encontraba lo que había catalogado como su mayor amor platónico, el más grande porque aquel japonés no tenía competencia, al menos no cuando se trataba de Sicheng.
Nakamoto Yuta reía y conversaba con volumen de voz alto, casi parecía que gritaba todo lo que pensaba. Las miradas de Sicheng eran discretas, de vez en cuando regresaba sus ojos a la mesa y se concentraba en el japonés de cabellos rubios. Suspiraba e intentaba no ponerse aún más triste al percatarse de la mano del mayor sobre la cintura de aquel extranjero de tan excelentes facciones. Las muestras de caricias de aquella pareja eran exageradas; besos constantes; caricias y hasta cumplidos en voz alta sin vergüenza a ser escuchados por los demás. Sicheng hizo una mala cara, él deseaba con un anhelo impresionante todo aquello. También quería que alguien lo amara, quería que Yuta lo volteara a ver aunque fuera por accidente, quería que soltara la mano de Lee Mark y corriera hasta él, Dong Sicheng.
—Winko —escuchó el chino, volteó para encontrarse con la voz ajena—. ¿Quieres compañía?
Sicheng suspiró y asintió sin más, el chico con el que campartía clases se sentó relativamente cerca y comenzó a devorar su almuerzo. Donghyuck era lo único que tenía de compañía durante los recesos, era lo más cercano que tenía a un amigo, se conocían desde la secundaria, tenían cuatro años siendo amigos y ambos seguían intentando adaptarse el uno al otro. Ninguno de los dos chicos decía nada, Donghyuck sabía que el chino tenía la mente en otro lugar, la vista en otra mesa y el corazón en otra persona. Le quería mucho y le daba un poco de pena ver a Sicheng siempre en las mismas situaciones, siempre tan alejado y callado, sabía que la vida de su amigo no era necesariamente la mejor o la más fácil, pero seguía sin poder desinteresarse sobre él.
Con dificultad, Sicheng le confesó sus más grandes miedos, sus inseguridades y sus constantes ataques de ansiedad y cuadros depresivos. Ambos tenían diecisiete años, iban a la mitad de la preparatoria y Donghyuck jamás se imaginó que Sicheng la pasara tan mal la mayor parte del tiempo por situaciones que había vivido en el pasado. Los padres de Sicheng estaban divorciados. Tras años de maltrato físico y verbal su madre decidió huir con su único hijo a otro país, cerca de sus tías y sus abuelos maternos. La vida comenzó a mejorar, pero Sicheng no podía avanzar, no podía olvidar todo lo que había tenido que atravesar en su hogar natal con el hombre que se hacía llamar su padre. El simple hecho de recordar todo aquello le ponía la piel de gallina, comenzaba a sentirse pequeño y con un miedo inexplicable. Tras visitar varios consultorios psicológicos y que le dieran pase al psiquiatra los miedos seguían allí, seguía sintiendo que la muerte le acechaba y que su padre regresaría para hacerle más daño a su madre y a él.
—Es bueno observar, digo, es más cómodo, pero llevas dos años así —habló el surcoreano—. Deberías acercarte.
El chino lo observó sin expresión alguna, apretó los labios y siguió comiendo en silencio. Esa era la rutina de cada día y por más que fuera algo aburrido, Donghyuck no estaba dispuesto a abandonar a su mejor amigo.
Yuta y Sicheng cursaban el mismo semestre, solo que en grupos contrarios, aquello solo reducía las probabilidades de que sus encuentros sucedieran, pero Sicheng no pensó que un día cualquiera el japonés se le acercara en los pasillos de la institución. Su corazón se aceleró al verlo afuera de los baños, recargado en la pared y solo, sin ningún Mark acerchando por ahí. Caminó frente a él intentando pasar desapercibido, deseaba que el japonés no se diera cuenta de su nefasta existencia.
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ONE SHOTS: yuwin ver.
FanficHistorias básicas YuWin que no me atrevo a hacer fanfic. :D ((LIBRO CERRADO)) ✨ #1 - Yuwin 17.01.2021 ✨ ✨ #2 - Yuwin 26.01.2021 ✨