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Ambos se encontraban en la oficina, Hoseok frente al gran escritorio con una hoja en mano y nervioso al estar a solas con el alfa.

—Señor le recuerdo que hoy por la tarde tiene una comida con los socios de Busan.—avisó el omega tratando de mantener la mirada lejos del castaño.

—No me llames así.—sentenció el alfa con voz rasposa, él omega se estremeció por el tono del alfa, mentiría si dijera que el alfa frente a él no le atraía, su olor y presencia le hacia sentir raro de alguna manera.

—¿E-entonces?.—preguntó dudoso.

El alfa se levantó del asiento y comenzó a acercarse a Hoseok con pasos seguros mirando fijamente los ojos avellana del omega, los cuales se abrieron como plato al verlo invadir su espacio personal. Taehyung se retiro de golpe y sonrió burlonamente al ver el rostro del omega colorado, le gustaba poner nerviosos a los omegas, y el que tenía enfrente sentía que sería algo fácil.

—Llámame por mi nombre.—dijo simple caminando hacia su escritorio.

Hoseok cerró los ojos intentando tranquilizarse, el acercamiento del alfa le acelero el ritmo cardíaco a mil.

—Perdone pero eso no es ético, lo seguiré llamando señor, porque usted es mi jefe.—habló girándose hacia el escritorio donde se encontraba el alfa ya sentado en la silla detrás de este.

—Esta bien entonces ve recogiendo tus cosas.—dijo el alfa recostándose en la silla, mirando al omega frente a él con gracia.

—¿Q-qué?.—apenas pronunció Hoseok sin poder creer que el alfa frente a él le estuviera diciendo eso.

—Lo que escuchaste, si no piensas hablarme por mi nombre puedes ir saliendo ahora mismo.—su tono era burlesco y eso le molesto demasiado a Hoseok quien no tardo en fruncir el ceño.

—¡No puede hacer eso! ¡Su padre confía en mí para guiarlo!.—Hoseok estalló, ese alfa tonto no podía jugar de esa manera.

Taehyung rió, le resultaba bastante gracioso ver a él omega enojado, había encontrado un punto bueno de estar en la empresa.

—Tranquilo omega—dijo entre risas el alfa.—Era solo una pequeña broma.

—Eres un…

Taehyung enarcó una ceja esperando el insulto del pelinegro pero éste nunca llegó

—¿Un qué?.

—Nada. Me voy a mi puesto con permiso.—el omega salió de la oficina colorado del enojo, tenía ganas de lanzarse a ese alfa y arañarlo ¿Cómo se le ocurría jugar con su trabajo?

Taehyung soltó un suspiro, el estar cerca de ese omega le afectaba en demasía, su olor a frutos rojos y vainilla le daban ganas de esconder su rostro en el cuello de este y no separarse nunca de él. Miró a través de la ventana donde las persianas se encontraban abiertas, vio a su asistente hablar por teléfono y sonreír, se quedo sin palabras al observar la hermosa sonrisa en forma de corazón que poseía el omega.

Ese omega es mío. Habló su lobo de forma posesiva.

Tenía una buena conexión con su lobo así que solían conversar de vez en cuando, y su lobo solía reclamar lo que le disgustaba, más específico decía todo lo que pensaba.

FRUTOS ROJOS | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora