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Taehyung iba camino a su apartamento, SooIn le había llamado esa mañana para decirle que el celo del omega estaba finalizando, después de no ver cuatro días seguidos a Hoseok no se pudo resistir más y decidió ir a su apartamento al finalizar el horario del trabajo. Aparcó su auto en el estacionamiento del edificio salió, colocó la alarma y camino hacia el elevador para poder subir al séptimo piso. Cuando abrió la puerta el aroma que tanto había extrañado aún se encontraba llenando la habitación, cerró los ojos y se relajo ante la hermosa combinación de frutos rojos y vainilla que desprendía Hoseok.

Tanto su lobo como el sentían que había pasado un siglo sin haber visto al omega, camino a su habitación ansioso de tenerlo cerca.

—Alfa.—llamó el omega al verlo entrar a la habitación.

Taehyung sintió una emoción al escuchar la manera en que el omega lo llamó, quería que siempre lo viera de aquella manera, como su alfa. No pensó dos veces antes de lanzarse a abrazar al omega, que estaba sentado en su cama, lo apretó con fuerza entre sus brazos, sin llegar a lastimarlo, y ocultó su rostro en la curvatura del cuello de Hoseok respirando hondo, llenándose de su rico aroma. Su lobo chilló de emoción cuando el omega lo recibió de la misma manera mientras que el omega gustoso llenaba sus pulmones del aroma que poseía el alfa. Ambos estaban perdidos en las hermosas sensaciones que se transmitían el uno al otro queriendo estar así por siempre, hasta que escucharon como alguien se aclaraba la garganta de manera incómoda.

—Lamento romper su burbuja, pero quiero hablar con tu omega antes de irme.—dijo la omega de manera suave para evitar hacer enojar al omega.

La parte racional de los omegas suelen encontrarse dormidas durante el celo y el actuar de ellos durante esa etapa es por que el lobo de cada uno de ellos se hace presente o despierta. Su celo no terminaba por completo así que aún se encontraba un tanto sensible y no ayudaba mucho que el alfa estuviera presente, porque el omega se volvía posesivo con el que consideraba su pareja y se ponía muy a la defensiva si otro omega se acercaba a él o a su alfa.

El omega sonrío feliz y orgulloso al escuchar a la omega referirse a el como el omega del alfa castaño.

—No tardes.—dijo Taehyung separándose del omega y saliendo de la habitación gruñendo por lo bajo.

—¿Ves omega? Alfa volvió por ti.—la omega le sonrió—Tomate esto y te dejaré sólo con Alfa ¿si?.—extendió la pastilla hacia el omega y él asintió feliz al escuchar que estaría con su alfa, se tomó la pastilla con un trago de agua como un niño obediente.

—Muy bien bonito.—felicitó acariciando los cabellos del omega y salió de la habitación hacia la sala—Me voy.—dijo tomando sus cosas del sillón, en donde el alfa se encontraba.

—Gracias por cuidarlo.—dijo agradecido, caminando detrás de la omega hasta la puerta de salida

—No es nada, después de todo ya es parte de la familia.—sonrió de manera cálida—Hablamos luego.—se despidió y Taehyung asintió cerrando la puerta cuando ella salió de su campo de visión, camino de manera rápida a su habitación.

—Ome…—comenzó a decir antes de callar y sostener al omega que se colgó de su cuello como un koala, provocándole reír enternecido por la actitud del pelinegro.

Taehyung se sentó en la cama con el omega en brazos volviendo a esconder su rostro en el cuello del mayor que en esos momentos parecía un niño de 5 o 6 años.

FRUTOS ROJOS | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora