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El omega estaba desesperado, faltaba poco para que comenzarán las clases en la universidad. Su hermano se había ido temprano a trabajar y ninguno tenía auto, sumando a eso un alfa desconocido llegó al apartamento en busca de Hoseok, y aunque ya le había dicho que el no se encontraba ahí, el alfa siguió insistiendo.

—Te he dicho que Hoseok no está.—repitió con cansancio.

—No te creo.

Jimin bufo con molestia.

—No me interesa si lo haces o no. Voy tarde a mi trabajo por tu culpa, ahora vete de aquí y deja en paz a mi hermano.

—¿Tu eres Jimin?.—cuestionó el alfa confundido.

Hoseok le había hablado de su hermano menor muchas veces, pero tenía entendido que estaba en Busán. ¿Por qué su amigo no le había dicho que su hermano estaba en Seúl viviendo con el?.

—Si, lo soy. ¿Y tú eres?.

—Soy Jungkook el mejor amigo de Hoseok.

Jimin miró de pies a cabeza al alfa. Su lobo chillaba de emoción por alguna razón que el no comprendía. Había escuchado sobre el alfa, pero nunca se interesó en él como para querer saber cómo era. Ahora que lo veía en persona debía admitir que era muy sexy y guapo, y su lobo confirmaba aquello.

—El alfa de cuarta.—susurró para sí mismo el omega.

Jungkook puso los ojos en blanco, Hoseok era el único que lo llamaba de esa manera y aunque lo hacía de broma, el escuchar al bonito omega, frente a el, llamarlo así hizo que su lobo soltará un aullido de tristeza. No quería que Jimin lo viera como un alfa que iba detrás del primer omega que se le cruzará.

—No soy un alfa de cuarta—aclaró tratando de no sonar dolido.—Puedo llevarte a tu trabajo, tómalo como una disculpa por haberte detenido, cuando ibas de salida.—ofreció Jungkook.

Jimin se iba a negar pero tras echar un vistazo rápido al reloj vio que no le daba tiempo ni de tomar un taxi.

—Esta bien.

—¿Eres modelo?.—preguntó Jimin curioso, mientras veía el perfil del alfa, que conducía hacia la dirección que le había dado.

El chico tenía un muy bonito rostro, y ni que decir del cuerpo, ni tan musculoso pero tampoco tan delgado, una combinación perfecta con su altura y su rostro de facciones marcadas.

Cualquiera pensaría que era un modelo. Uno que lograba emocionar al lobo de Jimin y a este mismo.

Jungkook soltó una pequeña risa.

—¿Crees que lo sea?.—preguntó de vuelta.

—Si, eres sexy y guapo. Tienes rostro y facha de modelo.—explicó el omega.

Jimin sentía a su lobo inquieto, con ganas de lanzarse encima del alfa a su lado y llenarlo de su aroma, para que ningún otro omega se le acercará. Era extraño pues con ninguna otra pareja que tuvo en el pasado su lobo había reaccionado de esa manera tan posesiva. Tenía en claro que debía calmarse, apenas se conocían y no podía simplemente impregnar su aroma en él como si fueran pareja o algo por el estilo.

—Soy fotógrafo, convivo con demasiados modelos pero no soy uno de ellos—explicó Jungkook—, Gracias por lo de sexy y guapo.—añadió con un toque de burla.

Jimin no supo que responder había asegurado que el alfa era un modelo.

—¿Qué carrera llevas?—cuestionó Jungkook, tratando de evitar el silencio entre ellos.

Jimin apartó la mirada de la ventana del auto y miró al alfa, Jungkook no quitó la vista de la carretera aunque su lobo imploraba ver al omega.

—No soy estudiante. Soy profesor de danza contemporánea.—aclaró Jimin.

FRUTOS ROJOS | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora