¿Te acuerdas de mi?

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Estaban a minutos de que su hermana menor se graduara de la universidad, estaban ansiosas, habían cumplido una de sus grandes metas.

Las tres chicas habían estudiado derivados de la medicina, Momoko había estudiado para ser enfermera y se había graduado hace dos años, Kaoru se había convertido en una nutricionista hace un año y por último Miyako sacaría su título cómo pediatra, está última se encontraba sentada junto a sus compañeros, sus hermanas se hayaban junto a su padre, su madrastra y hermano pequeño.
Todo en la vida de las chicas había mejorado, sus trastornos habían sido superados, su padre se había vuelto a casar y ahora éstas tenían a un hermanito de tres años. Era una ternurita.

- Bienvenidos, padres, jóvenes y alumnos de esta universidad, me conmueve ser él que dirija esta importante ceremonia, como todos ya sabemos hoy se gradúa la carrera de pediatría, demosle un gran aplauso a los alumnos de la universidad de Tokio.

Los aplausos no se dieron a esperar, Momoko y Kauro se hallaban muy orgullosas de su hermanita, la cual estaba a pasos de entrar al mundo laboral.
Como en toda ceremonia, profesores dieron cortos discursos, luego los alumnos por lista fueron pasando, era turno de Miyako, la cuál había pedido el micrófono para dar unas palabras.

- Buenas tardes, padres, profesores y compañeros, me gustaría dar unas palabras, por mi curso, el mejor de pediatría, claro está jajajaja. Quiero decirles chicos, que los extrañare muchísimo, estamos terminando una gran etapa de nuestras vidas, la cual para mi fue la mejor de todas, aún recuerdo como Mike se hizo pasar por un niño de tres años, embarro todos los aperitivos en el salón –los alumnos soltaron risas– es un momento que nunca será olvidado. Amigos, nos felicito por haber terminado esta etapa de nuestras vidas, es momento de quitarnos y lanzar nuestros birrete y demostrar lo que somos capaces, ¡Un hurra por la carrera de pediatría!.
- ¡Hurra! –gritaron los presentes–

El sonido de los aplausos y gritos aparecieron casi al instante, Miyako se había vuelto muy buena con las palabras, confiaba más en si misma.

La ceremonia terminó con un video de los momentos inolvidables, sacandole lágrimas a todos los alumnos, extrañarían mucho esos momentos, las risas, los juegos, etc. Pero ya era momento de salir del cascarón y comenzar con el primer paso al mundo laboral.

Terminando esta, los alumnos se levantaron y corrieron a los brazos de sus familiares, los cuales aparecían con rosas, peluches u otros detalles. Miyako se acercó a su padre, el cual tenía un arreglo de rosas azules, sus favoritas.

- Estoy tan orgullosa de ti, hija mía.
- Muchas gracias papá
- Eres una chica increíble –comentó la mujer castaña–
- Linda, muchas gracias.
- Vengase para acá la recién graduada

Kaoru la miró sonriente y abrió sus brazos para recibir a su hermana.

- Chicas!, pudieron venir
- Si, hicimos unos cuantos arreglos en el hospital para estar presentes en tu graduación.
- Qué lindas son, ¿Deben ir a trabajar?
- Yo si, ya sabes la sala de emergencias nunca para de trabajar y debo estar presente por cualquier cosa –dijo Momoko–
- Yo no trabajo hoy, no tengo ningún paciente así que, estaré contigo para celebrar.
- Lastima que Momoko no nos pueda acompañar.
- Tranquila hermana, en la noche cenaremos todos juntos –la menor asintió–

La pelirroja se despido de su familia y dio rumbo al hospital,

El resto de la familia, comenzó a caminar hacia un restaurante cercano, para celebrar a la menor, el transcurso fue tranquilo. Llegaron al local, comerian sushi el señor Utonium llamó al Garzón y ordenó.

- ¿Y qué harás Miyako?. –preguntó el mayor–
- Creo que me daré unas dos semanas libres y luego comenzaré a buscar trabajo.
- Si quieres hablo con el jefe para que trabajes en el mismo hospital que Momoko y yo.
- Si, sería estupendo.

El Garzón llegó con el pedido, éstos agradecieron y comenzaron a comer.

Por otro lado, tres muchachos iban caminando por la calle, sin prestar atención a su alrededor.
Cuando a uno de ellos se le ocurrió mirar por la gran ventana de un restaurante japonés, este paro de golpe al caer en cuenta.

- Boomer, ¿Qué pasa?.
- Nada, creí ver a Miy— olvidenlo, nuestras novias nos esperan.

Avanzó llegando al lugar donde sus hermanos se encontraban y los tres caminaron hacia un restaurante italiano, que se encontraba a unos pasos más allá.
El rubio se encontraba aturdido su corazón se había parado por unos segundos, esa chica se parecía mucho a su querida Miyako, pero no podía ser posible, el señor Utonium les dijo hace años atrás que habían vuelto a Estados Unidos.
Debía estar equivocado.

Holi!, adivinen por fin comencé a escribir esta historia, realmente espero que les guste😊❤️💚💙