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La semana laboral había comenzado nuevamente y muchos de los compañeros susurraban cosas al ver a las Utonium, ¿Qué sucedía?.

Momoko y Miyako se encontraban extrañadas, Kaoru por su lado, le valía madres, estaba acostumbrada a que hablaran a sus espaldas y a decir verdad, no era de su importancia.

Al comenzar la hora de almuerzo las chicas caminaron hacia el casino del lugar, del cual todos guardaron silencio al llegar, los Him se encontraban detrás de éstas, extrañados por la situación.


- Así qué los rumores son ciertos, ya no sólo se acuestan con el superior, sino con los hermanos Him, ahora entendemos tanto reconocimiento. –el grupo comenzó a reír–
- Cuida tu boca, o acaso nos tienes envidia por que ni siquiera un viejo siente atracción por ti?.
- Ay, Kaoru prefiero que me reconozcan por mis logros y duro trabajo, no por que me monto encima de un viejo.
- Cariño lamento decepcionarte, pero tus logros ni a los talones le llegan al jefe, a diferencia de nosotras, claro
- Eso es lo que una consigue por ser la perra del jefe.
- Oh si y creeme que mucho más jajaja, ¿O no chicas? –miró a sus hermanas–
- Kaoru, basta realmente creera que nos acostamos con el jefe –habló Miyako–.
- Me importa una mierda, que crean lo que quieran creer, yo se lo que hago y deshago.
- Oh, nuestra compañera se puso profunda, deja lo dramática.
- No soy dramática corazón, soy sincera, lávate las orejas más seguido por favor, así escuchas bien.

La pelinegra se dio media vuelta y juntos a sus hermanas se sento a comer, no permitiría que una estúpida le quitara el apetito.

- Kao, ¿Crees qué estuvo bien?.
- Miyako, ¿Realmente te preocupa lo que piensen ellos?, tú conoces tu potencial, tú logros y esfuerzos. No importa que piensen los envidiosos, siempre buscarán una manera de sentirse mejores y por eso inventan cosas, para creerse que nuestros logros son menos que los suyos.
- Si, Kaoru tiene razón, no negare que me molesta que me tachen de la perra del jefe, pero yo sé la verdad, ustedes también y solo eso me importa.

La menor terminó por asentir ante lo dicho por sus hermanas, era mejor hacer oídos sordos y ya esta.

Los chicos a diferencia miraban la situación, ¿Tan grande podía ser la envidia, como para inventar cosas de ese nivel?. Ellos no entendían a las chicas, siempre había rivalidad entre ellas, odiandose hasta viejitas, eran muy rencorosas y orgullosas cuando se trataba de algo así.

Terminando el almuerzo todos caminaron hacia sus salones, Butch se acercó a Kaoru antes de que esta entrará y habló.

- Yo creo en ti Kao.
- Butch, si me crees o no, no es algo de mi importancia –rió–
- Lo sé, pero igual quería decírtelo.

Estos se miraron unos segundos, soriendose luego.

- Bueno, a seguir trabajando.
- Si, ya vete.


El pelinegro camino hacia su sala y al entrar se instaló en el sillón, su celular comenzó a sonar y el nombre en la pantalla bajo su sonrisa.






Holaaaaaaaa!, aquí otro cap, lo más probable es que hoy suba otro también 👀✨

Ahí vemos qué tal, nos leemos en el próximo❤️💚💙

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