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Boomer se encontraba junto a sus hermanos cenando, ya habían terminado su horario de trabajo.

Hace más de tres años, Mike Him decidió enviar a sus hijos a trabajar a un hospital público, permitiéndole a la gente con una economía más baja tener sesiones que si valgan la pena para sus hijos.

Todos merecen una buena atención y el señor Him no se los negaria.

- Boomer, ¿Por qué te encuentras tan callado?.
- Brick tiene razón, ¿Te comieron la lengua?.
- Chicos, hoy vino una muchacha a dejar curriculum.
- ¿Era guapa? -preguntó interesado el pelinegro-
- No seas descarado Butch, tienes pareja.
- Chicos, se llama Miyako Utonium.

Al oír ese nombre Butch perdió la estabilidad de su mano y dejó caer el tenedor al piso. Brick por su lado se atraganto con el pescado que tenía en su boca.

- Boom, ¿Estás seguro?.
- Si, chicos, Lisa me mostró hasta el currículum para que le creyera.
- ¿Y que tal se ve?.
- Ash, Butch, cierra la boca.

Brick le dio un leve golpe a su hermano.

- ¿Hace cuanto creen que la chicas volvieron a Japón?. -preguntó el pelirrojo-
- No tengo idea hermano, eso sí la dirección era diferente a la anterior. Quede shockeado, no pude verla de frente, aunque realmente no sabria como hubiera reaccionado.
- Te entiendo, ¿Qué harás si ella llega a trabajar ahí? –preguntó el pelinegro–
- No me preguntes eso, con suerte asimile que esta aquí.

Los tres hermanos se encontraban en shock, nunca creyeron que volverían a saber de ellas, hace tres años atrás habían podido dejar de pensar en ellas y continuar, pero ahora la vida les salía con esta, qué cruel.

- Bueno, sea lo que pase estaremos contigo, Boom.
- Hey, pero ni siquiera la viste un poquito, digo para ver si esta guapa.
- Butch –dijo el rubio–
- ¿Si?.
- Cierra la boca si no quieres que tu linda cara tenga un ojo morado.
- Ash, esta bien.




Kaoru y Momoko habían terminado su turno en el hospital, estaban exhaustas.
Caminaron a la entrada y antes de salir firmaron su hora de salida.

- Me alegra que Miyako haya conseguido el empleo en este hospital -mencionó Momoko-
- A mi también, tuvimos suerte jajajaja.
- Siii, lo que si tenemos que apoyarla. Ya sabes como es la gente aquí.
- Si, tienes razón, pero ya sabes. No permitiré que la pasen a llevar.
- Ninguna de las dos lo permitirá.

Como en todas partes existe la envidia entre compañeros de trabajo, sobretodo con las Utonium, por sus reconocimientos.

Las chicas se subieron al auto de la pelirroja y dieron rumbo a su hogar, el hospital no estaba muy lejos así que no tardaron más de veinte minutos en llegar.
Momoko estacionó el auto y ambas salieron de el.

- ¡Buenas noches familia!. -habló fuerte la pelinegra-
- Kaoru, Momoko, ¿Qué tal el día?.
- Estuvo agotador, pa -dijo la mayor- ¿Qué tal te fue a ti en el hospital, Miya?.
- Me fue muy bien, mañana comienzo a trabajar junto a ustedes, ¿No es genial?.
- Claro que sí, Momoko y yo te enseñaremos todo lo que debas saber de ese establecimiento. Eso sí, cuidado con los enfermeros, son unos mujeriegos.
- Kaoru tiene razón, son pasados.

Las chicas comenzaron a reír, los muchachos del hospital eran buenos para andar insinuandose.

- Cuidadito niñas.

El señor Utonium entrecerro sus ojos y coloco dos de sus dedos debajo de ellos.
A pesar del tiempo el padre de las chicas seguía siendo muy celoso.

- Ay, pa. Ya tenemos 24 años, superalo.
- Kao tiene razón, ¿Acaso no quieres nietos?. -preguntó la rubia-

El mayor movió su cabeza rápidamente negando ante la pregunta de su hija. Las tres chicas rieron ante la reacción de su padre, éstas fueron hacia él y le dieron un fuerte abrazo al más alto.
Utonium no cambiaría.





Ay, aquí está el siguiente capítulo, espero les guste.
Realmente estoy súper feliz por el apoyo que le están dando ❤️💚💙.

Nos leemos en el próximo, hermosas! ✨

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