•Salida..•

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Jimin revisó nuevamente la barra de mensajes a ver si tenía un mensaje de su chico y lastimosamente para él aquel chico que tanto ''amaba'' no le había ningún mensaje, lo más probable es que estuviera molesto por hablar con ese chico Yoongi, por aquellas actitudes estaba empezando a sospechar de que el castaño le ocultaba algo y algo muy grande, decidió no prestar tanta atención a sus pensamientos y salió de su casa a comprarle algo al mayor, para que así lo pudiera perdonar.

***


—¡¡RUBIO OXÍGENADO!! ¡¡PRÉSTAME ROPA, JIMIN ME INVITÓ A SALIR Y ESTOY APUNTO DE UN COLAPSO MENTAL!! ¡¡TODA MI ROPA ES NEGRA!!—Se lanzó sobre su primo, el cual estaba viendo televisión.

—Ay qué te pasa hoja de papel.—Con sus pies lo apartó de su lado.—No me llames así, te recuerdo que también eres rubio..—Rió.—Pero si necesitas algo de mi primero quiero que me prometas algo.

—Siempre que te pido algo ¿tengo que darte algo a cambio?—Suspiró fastidiado y el mayor asintió con una risa burlona.

—Ya que estás viviendo aquí quiero que después de tu cita con Jiminie las siguiente dos semanas limpies y cocines.

—Puedo limpiar pero sabes que cuando intenté hacer la cena la semana pasada quemé un trapo de cocina, ¿te quieres quedar sin casa Jin?—Rió.

—¡¡NO!!—Abrió los ojos asustado y suspiró.—Está bien, te presto ropa y las próximas dos semanas te tocará limpiar.

—¡¡SÍ, GRACIAS SEOKJIN!!—Lo abrazó y Jin solo pudo sonreír, después de todo aquellas pesadillas tal vez no se cumplirían.

***

Las horas transcurrieron y faltaban solo unos minutos para que aquella cita empezara, Yoongi estaba tan nervioso.. había llegado treinta minutos antes para asegurarse de no llegar tarde, desde su mesa pudo ver a Jimin acercarse, él se veía tan tierno, estaba utilizando un suéter amarillo y unos pantalones rotos con una converse negras, no pudo evitar recordar cuando ambos se compraron la misma prenda.

—El amarillo es nuestro color, hyung.—El menor sonrió en grande, sus ojos ahora parecían una alcancía.

—Te amo Minie.

—También te amo Yoonie..—El menor se puso de puntas y beso los rosados labios de su mayor, Jimin estaba escribiendo una canción para el mayor la cual nunca pudo terminar porque al día siguiente sería el fatídico día del accidente.

El pelinegro se acercó a Yoongi y sonrió nervioso.—Hola Yoongi..

—Hola pequeño..—El menor también sonrió y ambos entraron al restaurante.

—Yo.. en serio no te recuerdo, pero me siento pésimo te he tratado muy mal ¡po-por favor perdóname!—Cerró con fuerza sus ojos y su cara empezó a arder, estaba completamente roja.

El mayor empezó a reírse, tapó su boca para que sus carcajadas no se escucharan.—Dios mío, eres tan tierno cuando estas nervioso Minie.

Jimin frunció un poco el ceño, se cruzó de brazos e hizo un puchero.—¿Me perdonas, Yoongi?

—No tengo nada que perdonarte corazón..—Acarició su mejillas, el menor sonrió estaba muy feliz, aquel rubio de sonrisa de gato no lo odiaba, al contrario en sus ojos se veía todo el amor que sentía por él. Algunos minutos pasaron y ambos terminaron de comer, salieron del lugar y empezaron a caminar, Yoongi aprovechó el momento y lo tomó de la mano. Jimin se sintió cómodo con eso por lo que dejó que lo agarrara de la mano. Llegaron a un parque y aquel silencio para nada incómodo se terminó porque Jimin se detuvo.

Cuidaré de ti, siempre. || YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora