29.

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La relación entre Raúl y Borja se fortaleció durante los días siguientes a su viaje, ambos hablaban más y eran sinceros acerca de lo que sentían acerca de los miedos emergentes, sin embargo, aquel miedo a ser padres era cada vez menor y en cambio, la emoción tomaba el lugar. Por lo que pronto comenzaron a planear una sorpresa para sus amigos.

Una que a excepción de Samuel, no se la esperaban ni por un solo instante.

Samuel, Rubén, Alejandro, Guillermo y David fueron citados en la casa de Raúl un domingo a las tres de la tarde.

Todos, a excepción de Samuel, conducían con plena confusion acerca del porque después de semanas sin saber de su amigo, ahora eran invitados a ir a su casa sin la mínima informacion. Literalmente, Raúl llamó a cada uno de ellos con un efusivo "Hola", seguido de un "te invito a mi casa este domingos a las tres, no faltes", después de ello colgó sin dar tiempo de preguntas o si quiera de un saludo de vuelta. Todos se encontraron en la entrada, ninguno preguntó si alguien más sabía el motivo de la reunión, ya que en la cara del otro se notaba la confusión y los ojos abiertos denotaban la curiosidad por lo que habría tras esa puerta.

Tocaron el timbre una vez, Raúl abrió al segundo, la sonrisa en sus labios daba miedo, hace mucho que no veían sonreír así a su amigoy mucho menos de una forma tan enorme y radiante.

Pensar que un mes atrás tenía el corazón roto...

-Pasen, pasen- Pidió Raúl cediéndoles el paso.

Todos pasaron dentro y casi les fallan las rodillas de ver a Borja parado frente a la sala, su sonrisa era igual a la de Raúl.

Hasta a Sam le dio escalofríos de ver esa sonrisa en Borja, su hermanastro nunca sonreía, ni sí quiera en su propio cumpleaños, era tan raro de observar. Agarró la mano de Rubén en busca de protección, se sentía a punto de caer en una broma, aunque él ya sabia porque estaba ahí realmente.

-Si pasa algo, tu me vas a proteger, ¿Verdad, chiqui? -Preguntó a Rubén en un tono bajo para que sólo su pareja lo escuchara.

Rubén tragó en seco.

-Hare lo que pueda- Contestó.

Sam lo mató con la mirada.

- No me veas así, estoy siendo sincero-Dijo sin mirarlo.

Sam rodó los ojos y volvió su vista a Raúl quien se situó a lado de Borja.

-Tenemos algo que decirles- Informó Borja balanceándose en sus pies mientras que Raúl asentía.

Los chicos no dijeron nada y esperaron a que sus amigos hablaran.

-Seguramente tienen muchas dudas, por ejemplo, que hacemos juntos después de nuestras discusiones, pero eso no es importante, nuestra noticia lo aclarará todo.

Sus amigos asintieron sin decir nada, preferían que sus amigos les dijeran lo más pronto posible de lo que se trataba.

Raúl levantó de uno de los sofás una caja de pizza comun de color cartón, con la grasa de la pizza humedeciendo la caja. Entre ambos chicos la sostuvieron frente a sus amigos y con una mirada llena de emoción, la abrieron.

Todos cerraron los ojos esperando una explosion de pastel o confeti que los manchara, sin embargo nada de eso pasó, abrieron los ojos y al leer lo que decia la tapa, realmente pensaron que una explosión era mejor, mucho mejor.

"Amigos, estamos embarazados."

Aun tenían esperanza en que fuera una broma, ya que era meramente imposible lo que ellos escribieron.

-¿Qué clase de broma pesada es esta?-Alex preguntó algo enojado, nunca le habia gustado que sus amigos jugaran con sus sentimientos y menos con algo tan delicado. ¿Acaso lo creían tan estupido como para caer en una broma tan fantasiosa?

Los dos chicos se miraron fijamente y suspiraron, sus enormes sonrisas fueron remplazadas por una mueca de decepción.

-No es una broma, Alex -Respondió Borja mientras sacaba una hoja de prueba de embarazo del bolsillo de su suéter y la desdoblaba -No lo es- Repitió y tendió la hoja a sus amigos.

Alex la tomó, Guillermo, David y Rubén se amontonaron a su lado para también poder leer el papel, a su vez, Samuel caminó hacia su hermano poniéndose a su lado y agarrando su mano entre la suya en señal de apoyo.

Rubén levantó la vista hacia su novio con el ceño fruncido.

-Tu ya lo sabias- Confirmó viendo a Samuel.

Su novio asintió en respuesta.

-Eso es traición, Sam-Dijo con voz dolida -Acabas de engañarme y no llevamos ni dos meses.

Sam rodó los ojos, aveces su novio era mucho más dramático que él.

-Luego hablamos, Doblas -Contestó y volvió la vista hacia su hermano.

Sus amigos lentamente alzaron la vista tras leer el papel, sus bocas abiertas al limite al igual que los ojos expresaban todo lo que pensaban.

-Sorpresa- Canturreó Raúl con nervios.

Los chicos se miraron entre ellos, tratando de encontrar una explicación en el otro, aun no lograban salir de su shock mental. Finalmente, después de cinco minutos en silencio total y un ambiente cargado de tensión, Guillermo habló.

-¿Seré tío?-Preguntó, su boca lentamente se dibujaba en una sonrisa.

Borja asintió, sentía su garganta cerrarse y las lágrimas venir lentamente, malditas hormonas.

-Si, si todos quieren serán tíos de... -Acomodó sus manos en su barriga- de mi bebé.

-Raúl... - Llamó David sonriendo enormemente-¡Serás padre! ¡Felicidades amigo! Felicitó mientas se acercaba a darle un abrazo -De todos los que estamos aquí, nunca crei que fueras tu el primero.

-Ni yo, pero la vida es una sorpresa- Respondió y miro el estómago de Borja- Una hermosa sorpresa.

-Bien... ¿Y para cuándo el baby shower?- Preguntó Alex alzando las cejas.

-Atrás Alex, que será este guapeton quien organice el mejor baby shower de la vida, son mis derechos como hermano mayor -Habló Sam, mirando de manera amenazadora a Alex.

-Bien, si Samuel quiere el baby shower, que lo tenga. David y yo queremos ser padrinos de bautizo- Pidió Guillermo sonriendo.

Sam quiso protestar pero fue interrumpido por David.

-No hagas esa cara, no puedes tener todo, a todos nos tiene que tocar algo -El mayor no pudo contra esa lógica, aunque si fuera por él, seria todo lo egoista que quisiera con ese bebé.

-Bien, ya que ustedes tomaron esos puestos, yo seré quien entre con Raúl al quirófano -Dictó Alex -Y ni me discutan, porque es lo único que me dejaron a mi -cruzó sus brazos y alzo la cabeza.

A su vez, Raúl y Borja veían a sus amigos sin creer lo bien que se habían tomado la noticia. El mayor abrazó al menor mientras exhalaba, todo estaba saliendo bien.

Todas las piezas estaban encajando.

Bebé, te estamos esperando.

Raúl Quedé EmbarazadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora