Raúl Quedé Embarazado

26.

Los padres de Borja los recibieron con una enorme sonrisa y una cálida bienvenida, los pasaron a la casa con una emoción genuina y los llenaron de dulces golosinas acompañadas de té.

A pesar de venir con Raúl, sus padres no preguntaron acerca del porque, estaban más felices e interesados de la visita de su hijo menor, a quien no dejaban de ver y sonreír.

-Nos tenías muy abandonado, Luzu- Comentó su madre haciendo un puchero-No entiendo que tiene Barcelona que no tengas en Málaga.

Borja rió levemente.

-A lo que me dedicó es mejor pagado en Barcelona que aquí, mamá, ya lo sabías, a parte, ¿Por qué yo soy el único regañado? Samuel también vive en Barcelona.-Le recordó.

-Ese Samuel, está mejor allá que acá-Ahora habla su padrastro- Ese chico se volvió un dolor de cabeza desde aquel verano que se nos ocurrió dejarlo irse con sus amigos, al menos allá ya no pueden venir padres a quejarse con nosotros por los corazones rotos de sus hijos- Comentó mientras negaba con la cabeza y sonreía antes los recuerdos proyectados en su mente- Me sorprendió saber que era gay, lo admito, pero no creí que me diera mas problemas siendo homosexual.-Resopló-Hubieras visto cuantos padres vinieron enojados con sus hijos llorando porque Samuel los dejo sin dar explicaciones, lo único que me alegra es que al menos nunca me va a sorprender con un embarazo.

Raúl al escuchar lo último se atraganto con su té, la mamá de Borja se levantó de inmediato y fue detrás de Raúl para darle palmadas leves en la espalda.

-Oh cielo, ¿estás bien?-Preguntó la madre de Borja en cuanto Raúl dejo de toser.

-Si, si, muchas gracias, fue mi culpa, aveces soy muy torpe- Comentó con una sonrisa nerviosa.

-¿En verdad? Nuestro Luzu también es un poco torpe.- Miró a su esposa-Cariño, ¿recuerdas cuando le compramos su primera cámara a Borja? El pobre chico corría de un un lado a otro tomando totos por doquier, no se dio cuenta de sus agujetas sueltas y tropezó él solo, su cámara quedo inservible, el pobre Borja lloró toda la semana, no pudimos resistirnos y le compramos otra.

Raúl se enterneció imaginando a un pequeño Borja con su cámara mientras que él protagonista de la historia no podía estar más avergonzado y ruborizado.

- Claro que lo recuerdo, pero te contaré algo, Borja, tal vez la primera cámara la rompió sin pensarlo o hacerlo a adrede, pero la segunda cámara que le dimos la cuido con todo su ser, la limpiaba a diario, se aseguraba de dejarla en su caja cada noche y nunca le hizo un rasguño- Su madre acarició la melena de su hijo- Nuestro Luzu aveces no hacia bien las cosas la primera vez, pero la segunda vez, se esforzaba por dar lo mejor de si y nunca fallar.

Raúl lo miró, entendiendo ahora un poco más a Borja. Porque tal vez no hizo las cosas bien con Raúl la primera vez, pero en la segunda fue capaz de pedir perdón de corazón. Se sintió afortunado de saber que aquel hombre capaz de ver sus errores sea el padre de su hijo.