El Mundo A Través De Tus Ojos

Bendito sea el champán.

Sean

¡Odio éste maldito traje!

Es asfixiante, da mucho calor, es incómodo y tan... Formal. Pero todo esto lo hago para complacer a mi abuela, la amo y haría cualquier cosa por ella... ¡Hasta ponerme éste maldito traje! Me sorprendió que quisiera venir a esta fiesta y, mucho más, que me pidiera que la acompañara. Dado que ella mejor que nadie sabe cuanto odio las fiestas y los trajes.

Flashback.

—Sean, cariño ¿Qué harás el fin de semana?—Me pregunta mi abuela.

—Nada importante, abuela ¿Por qué?—Le pregunté con una sonrisa. Es muy raro que ella quiera salir y si está preguntando es por eso.

—Bueno, éste fin de semana hay una fiesta a la cual me gustaría asistir y quisiera que fueras conmigo, cariño.—Me dice midiendo mi reacción. Ella sabe que no me gustan ese tipo de fiesta de la cual me está hablando.

—¿Por qué quieres ir, abuela?—Le pregunto muy confundido, ella sale a reuniones, a veces la acompaño hacer compras o incluso dar un corto paseo, pero ir a un fiesta de esas no es algo que ella haga desde hace muchos tiempo.

—Es una fiesta benéfica. —Me empieza a explicar.—Es para recaudar fondos para una organización que ayuda...—La veo vacilar un poco.—A personas con cáncer que no tengan como pagar sus tratamientos.

Y entonces entendí porque quería ir, y como soy incapaz de negarle algo así.

—Claro, yo voy contigo.—Le digo dándole una gran sonrisa.

Fin del Flashback.

Así es como ahora me encuentro aquí con éste traje incómodo, aunque no todo ha sido tan malo. La comida está deliciosa, el lugar se ve muy bien, la música es buena y los anfitriones son amables.