Enfaditos

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[Por Hana2]

Me quedé con el equipo de Hinata, y Naruto se fue a ver a Shikamaru.

Pero es que verán, Hinata tiene mi banda de ninja. Como no la quería marcar y tampoco me la iba a llevar puesta pues se la deje a ella. Tal vez con el mensaje secundario de "Eh cariño, no he dado la espalda a la villa, por eso necesito que me cuides la bandita".

-Sabes que no dudo ni una vez de que ibas a volver- dijo Shino mirándome, yo sonreí a Hinata que dormía a mi lado. Chica lista.

-Es una buena amiga- dije feliz. Ojala despertara ya.

-Ummm...- gruñó Akamaru golpeando con su hocico en mi pierna de forma cariñosa.

-No estoy triste- dije riendo y acercándole -Estoy super feliz- admití rascando su pancita.

-¿Qué le ha pasado a Hinata?- escuchamos la voz de... oh, maravilla.

-Naruto a pasado- dije levantándome y mirándola.

-Hana...- me identifico sin dudar. La mayoría se habían confundido y no me habían reconocido. Solo lo han adivinado ella y Hinata. Sonreí y ladee la cabeza.

Kurenai corrió y me abrazó, a lo que yo correspondí. ¿Saben los que es estar dos años sin ver a tu familia?

-Tía...- dije feliz de verla. Me voy a echar a llorar al final, la quiero tanto, tanto, tanto -Te he echado de menos- dije separándome. Tengo los ojos llorosos... Ay, pero no voy a llorar.

-Yo también te quiero, mi pequeña Hana- dijo poniendo su barbilla sobre mi cabeza y abrazándome de nuevo -Aunque ya no eres tan pequeña- no pude evitar soltar una pequeña risa nasal por su comentario.

-Oye, que tenemos una misión- dijo Kiba muriendo ignorado.

-Jaja- reí -Cierto... ¿O será que tu te quedaste chiquita?- me burlé. Ella me miró a la cara y me pellizcó las mejillas con sus manos.

-Ayyyyyyyy...- dijo tirando mientras yo me quejaba, que daño, ayuda -No has cambiado nada- se quejó deteniéndose.

-Aunque me ignoréis seguimos teniendo que trabajar- se quejó de nuevo Kiba. Nadie le hizo caso.

-Au- como duele -Tía...- me queje, entonces mire su mano y me brillaron los ojos, un anillo de compromiso, se me había olvidado por completo, sonreí super ilusionada -¡Eres la señora Sarutobi!- dije saltando en el sitio feliz. Ella miró su anillo y sonrió.

-Ya, nos llevamos todas tus cosas a la nueva casa, esta no esta muy lejos- cierto, ahora vivo en otro sitió. Espera... que yo estaba molesta con este tema.

-Oye, ¡no me esperaste para la boda...!- dije molesta, ella solo sonrió y sacó su cartera, sacando una foto de tamaño bolsillo donde estaba ella con su vestido y sus amigas de damas de honor y... hay no -¿Me has pegado a la foto?- en un lado hay una foto mía, de mi cumpleaños número trece... Me ha pegado con celo al lado de todas las damas de honor.

-¿Por qué nadie me hace caso?¿Akamaru existo?- preguntó de nuevo Kiba, nadie le miró, solo Akamaru.

-Guau, guau (No piensas, luego no existes)- fue la única contestación que obtuvo.

-No sabía cuando ibas a volver y no queríamos esperar mucho por, bueno...- mi cara de decepción paso a una pícara pero ilusionada en cuestión de nanosegundos.

-¡¿Quieres tener un bebé?!- pregunté. Esta me tapó la boca y miró a su equipo con una sonrisa incómoda, no creo que me hayan escuchado.

-No grites- me recriminó.

La Reina del Byakugan 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora