La Reina del Byakugan 2

Profe

Hana venía de un viaje a Tsunagakure, acaba de enterarse de que Deidara había muerto a manos de Sasuke. Sentía una extraña mezcla de sentimientos entre seguridad y pena que no era capaz de explicar.

Al entrar a su casa se encontró con el mismo aviso por parte de su tía que la semana pasada.

Neji volvía a estar esperándola en su cuarto, pero aquel día estaba demasiado cansada como para no cabrearse o echarse a llorar.

Entró en su cuarto donde el chico esperaba mirando algunas fotos colgadas en la pared. La chica se acercó sin decir nada y dio la vuelta a una donde salía con su primer equipo.

-¿Qué haces en mí casa?- preguntó dándose la vuelta y terminando casi cara a cara con él. Casi, porque le sacaba una cabeza.

-Hey , tampoco he hecho nada malo- dijo dando un paso hacía atrás para separarse un poco -Todavía-.

-Primero de todo, buenas tardes-.

-Eres tu la que no ha saludado al entrar-.

-Segundo, ¿cómo se te ocurre aparecer delante de mí tía?-.

-Venía a verte, pensé que lo más legal sería entrar por la puerta, no como tú, criminala*-.

-Mí tía te considera el alumno de Gai que trató de matar a su alumna favorita, si se entera que estamos saliendo...-.

-¿Estamos saliendo?-.

-No lo se, esta relación es muy extraña, nos besamos y no pasa nada más, dormimos en la misma cama y solo dormimos, seguimos como amigos pero no paramos de pelear-.

-¿Qué quieres decir?-.

-Quiero decir, soy una paradoja. Quiero ser feliz pero pienso cosas que me ponen triste, no me gusto pero amó el tipo de persona que soy, digo que no me importa pero realmente me importa y mucho. Soy una contradicción conflictiva, si no hay forma de que yo sepa como soy como lo va a saber nadie más- se dejó caer sentándose en la cama.

-Creo que estoy perdiendo el punto de esta conversación-.

-El punto es que estoy envenenada por tu culpa-.

-¿Qué? No entiendo-.

-¿Porqué no puedes entender? Creo que será mejor que me quede sola pensando-.

-Sí, tienes razón, creo que el sueño te esta afectando de más- se dispuso a salir por donde había venido.

-Espera- dijo Hana tirándose en la cama.

-¿Qué?- preguntó abriendo la puerta.

-¿Qué querías decirme?-.

-A sí. Me voy de misión, no la líes de más, volveré mañana-.

-No lo haré, cuídate Neji Hyuga-.

-Y tu Hana Yuhi, por favor, cuídate, POR FAVOR- ella levantó el pulgar y cerró los ojos. El chico la observó en la puerta por varios segundos, tomó aire apretando los labios -Te quiro, adiós-.

La puerta se cerró y Hana se apartó el brazo de la cara para mirar hacía la puerta con una pequeña sonrisa.

................................................................................................................................................................

Se despertó tarde, había tenido una pesadilla que no recordaba. No era muy creyente de supersticiones o de seguir sus impulsos, pero si algo había demostrado el tiempo es que cuando soñaba tendían a pasar cosas. 

Durante veinte minutos esperó en su cama pensando varias desgracias que la podían afectar. Tras un rato pensando en guerras o en ataques a la aldea, que no la importaban lo suficiente como para levantarse, se levantó corriendo pensando en su tía y en su feto.