-twenty one; shifter

5.7K 669 37
                                    

capítulo veintiuno; metamorfo

Las olas chocaban contra la roca en la cuál se hallaba sentada logrando que pequeñas gotas salpicasen sus pálidas piernas, la pelirroja observaba por el rabillo del ojo a su manada jugar animadamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las olas chocaban contra la roca en la cuál se hallaba sentada logrando que pequeñas gotas salpicasen sus pálidas piernas, la pelirroja observaba por el rabillo del ojo a su manada jugar animadamente. Mónica apartó con rapidez la mirada, había nadado un par de minutos con ellos intentando indicarles que estaba bien pero luego se excusó diciéndoles que estaba cansada y trepó hasta aquella puntiaguda roca.

La pelirroja se estaba esforzando en seguir con su vida como Jasper hubiese querido; sin embargo, las palabras de Bella le habían trastornado, Isabella no sabía nada de ella, no tenía ningún derecho a juzgar su dolor y menos comparar sus formas de sobrellevarlo. Mónica tuvo siempre claro algo que ningún hombre o mujer volvería a destrozarle tanto en toda su vida y si lo hiciesen no conseguirían frenar su vida en seco, no como su padre.

La morena observó de reojo a Paul trepar hasta su lado en la roca, la luna brillaba sobre ellos causando reflejos en el gélido mar.

—No dejes que las palabras de Swan te afecten.—su verde mirada se dirigió al moreno.

—No lo hago.—el chico rió desganado.

—Te conozco, preciosa, sé que lo haces.

—Solo...me da rabia, ella no tiene ningún- -

—Lo sé.

—¡Pero- -!—el moreno inclinó la cabeza en su dirección.

—Puede que yo no sea el más indicado para hablar de esto pero no dejes que la rabia te consuma.

—Paul, tienes problemas de ira.—remarcó la pelirroja.

—¡Ya pero escucha! He aprendido que la furia te hace poderoso, guárdala y aliméntala hasta que sea el momento de poder soltarla pero recuerda no hacerlo por mucho tiempo o acabará consumiéndote...Me ha pasado.

—Venga ya, Paul, eres pésimo dando consejos.—la pelirroja golpeó su brazo con una pequeña sonrisa que el chico le correspondió con una aún mayor.

—No soy bueno explicándome pero entiendes el concepto.

—Creo que sí. Gra-

La pelirroja respiró pesadamente mientras sus ojos brillaban en un verde neón, la chica se agarró con fuerza de la roca rasgando sus manos.

—Está pasando, es Jacob.—avisó, sus palabras saliendo en un susurro.

Le había sucedido exactamente lo mismo cuando Embry se transformó, era parecido a estar en el cuerpo de otra persona compartía todos sus sentidos y sentimientos siendo el miedo el predominante.

La pelirroja corrió en dirección al lugar que los ojos de Jacob Black le mostraban, la pecosa corrió en busca de el joven lobo que deambulaba como un cachorro asustado por el bosque chocándose con cada árbol que se cruzaba en su camino.

La pelirroja logró cruzarse en su camino consiguiendo así que el rojizo lobo frenase en seco y retrocediera varios pasos queriendo escapar.

«—¡Jacob! Mi nombre es Mónica, respira hondo.»

La voz de la pelirroja resonó en su cabeza alterándolo más si es que aquello era posible.

«–¿POR QUÉ TE ESCUCHO EN MI MENTE?»

Mónica adquirió una mueca al sentir cómo los gritos del chico martilleaban su cabeza, ella tragó el nudo en su garganta antes de intentar acercarse al joven que volvió a alejarse.

«—Estoy aquí para ayudarte, sé que es difícil de asimilar.»

«—¿Qué me ocurre?»

El gran lobo emitió un quejido asustadizo al mismo tiempo que su rabo se escondía entre sus patas, la pelirroja sonrió enternecida pues Embry había tenido la misma reacción.

«—Está en tus genes, Jake, tarde o temprano pasaría.»

«—¡¿Y tú cómo lo sabes?!

Mónica sonrió cuando el lobo permitió que comenzara a acercarse.

«—Soy como tu protectora, vuestra protectora.»

El mismo llanto volvió a retumbar en el rojizo pecho del chico, la chica Moore estiró su mano cuestionándole si podía aproximarse.

«—No quiero hacerte daño, soy un monstruo.»

Los cortos mechones de la pelirroja se movieron al mismo tiempo que esta negaba.

«—No puedes hacerme daño y créeme cuando te digo que no eres un monstruo, naciste para salvar a la humanidad de un peligro en específico.»

La pelirroja ya se encontraba arrodillada en el suelo mientras se aproximaba lentamente, a la par que el lobo iba acercándose agachando su cabeza. La ninfa retiró la mano cuando la gigantesca cabeza del lobo se encontraba a centímetros de su rostro, Mónica sonrió apoyando su frente en la coronilla del ya tranquilo chico, ella agarró su cabeza entre sus manos antes de notar un temblor recorrer el cuerpo del lobo. La joven Moore se alejó dándose la vuelta no queriendo ver al adolescente desnudo encogiéndose en posición fetal.

—Sam, llévale a su casa. Iré en unos minutos.—avisó la rojiza sintiendo que con velocidad el alfa cargaba en brazos al primerizo para realizar la orden que ella había formulado.

La pelirroja mordió su labio preocupada de si podría hacer lo mismo con cada uno de los nuevos integrantes a la manada; al fin y al cabo, cada uno de ellos era una persona diferente con reacciones completamente distintas.

el jacob se transformó maifrends, de verdad espero que les guste este capítulo cortito me paso para decirles que hay una historia de Kiara Carrera de Outer Banks en mi perfil de verdad me sorprendió que haya tal cantidad de historias de JJ y ni una de mi reina preciosa.

m-oddinsdottir

cigarettes || jasper hale (twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora