-twenty eight; game

5.4K 539 60
                                    

capítulo veintiocho; juego

Mónica había despertado más tarde de lo normal y le atribuyó toda la culpa a Jasper por haberse presentado en su habitación distrayéndole de ajustar el despertador para que sonase medianamente temprano

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mónica había despertado más tarde de lo normal y le atribuyó toda la culpa a Jasper por haberse presentado en su habitación distrayéndole de ajustar el despertador para que sonase medianamente temprano.

La pelirroja restregó sus cansados ojos, miró hacia arriba y soltó un grito ahogado.

Jasper se encontraba en medio de su habitación, con su refinada y característica pose que hizo gruñir a Mónica, claramente recordaba haberse quedado dormida con el vampiro en su cuarto pero esperaba que por la mañana hubiese desaparecido.

—¿Sabes lo que significa irse?—la pelirroja tiró de sus sábanas tapándose hasta poco más arriba de la nariz dejando entrever sus verdes y cansados ojos.

—No me parecía apropiado marcharme sin despedirme.

—¿Ah no? ¿Y te parece apropiado observarme dormir?—una mueca deformó el rostro de Jasper, Mónica sonrió triunfadora y -aunque su sonrisa era tapada por las sábanas- el vampiro podía percibir sus sentimientos.

Jasper sabía exactamente qué sentía la pelirroja por él pero dejaría que ella lo descubriera por sí misma, ignorando la terquedad que se había apoderado del cuerpo de Mónica e intentando reconquistarla.

—Quizás no fue la mejor idea.

—No, no lo fue. Deberías marcharte...así que mueve ese congelado trasero.—la pelirroja impidió que uno de sus pecosos brazos disfrutara de la calidez de su cama para poder señalarle.

—Hice tortitas.—aquel era el último recurso de Jasper.

Un recurso muy bien bienvenido según Mónica.

—¿Tortitas?

Hasta que Jasper las nombró, la joven Moore no se había percatado del dulzón olor que se había expandido por cada rincón del pequeño hogar.

El rubio le extendió la bandeja con el desayuno que había preparado con esmero.

—Gracias, Jasper.—agradeció la pelirroja de mala gana, podría estar enfadada con el rubio pero su amabilidad le impedía no reconocer ese pequeño gesto.

—Espero que te guste, es la primera vez que cocino...Tuve que llamar a Esme para que me ayudara, ella suele cocinar como pasatiempo.—aclaró el rubio ante los curiosos ojos de Mónica.

—Esme es un amor.

—Lo es.—asintió Jasper recogiendo su extrañamente alborotado cabello rubio en una coleta baja.

Será hijo de perra. Pensó Mónica pues Jasper sabía con total exactitud lo mucho que ella adoraba verlo con el pelo recogido, sus perfectos mechones enmarcando su rostro también perfecto encendían aquella llama en Mónica.

Jasper era jodidamente sexi y aquello era un hecho que la joven Moore no era capaz de negar.

—¿Ocurre algo?—cuestionó Jasper sintiendo la alteración en los sentimientos que emanaba y sonriendo ladinamente.

—No, nada.—la pelirroja se llevó el primer trozo de tortitas a la boca sin apartar la mirada de Jasper que a su vez centró su atención en sus rosados labios, ella también sabía jugar.—No está mal, agradécele a Esme de mi parte.

Jasper resopló.—¿No hay ningún gracias para mí?

—He ocupado el cupo del día con decírtelo hace unos cinco minutos.

—Bien, no me quejaré.

—Oh, de verás no quieres volver a quejarte.—la pelirroja guiñó un ojo amenazante.

Ninguno de ellos volvió a hablar hasta que Mónica acabó su desayuno.

—¿Y bien? ¿Ahora te irás de mi casa?—Mónica remarcó el determinante.

—Sí, y tú te vienes conmigo.

—Ni de coña.

—Te lo suplico, Mónica, dame una oportunidad.—la pelirroja rascó su nuca indecisa.

Ugh, está bien pero tienes solo una hora. Ahora gírate, tengo que cambiarme.—Jasper asintió con una radiante sonrisa y se volteó tapándose los ojos.

La pelirroja se vistió con unos vaqueros acampanados y una camiseta sin mangas sencilla, tras acicalarse frente al espejo del baño y dejando atrás a Jasper en su cuarto, Mónica caminó hasta el rubio.

—Bien, vamos.

—Súbete a mi espalda.—pidió Jasper inclinado tan solo su cabeza en dirección a Mónica que negó enfadada.—Por favor...

—Si eso impide un largo e incómodo trayecto de coche a tu lado...¡hagámoslo!

En pocos minutos, Mónica sintió que el paisaje cambiaba permitiendo ver uno ya conocido para ella. Jasper sí que sabía jugar al traerla al Blue Chapstick.

Oh, estás de coña.—la pelirroja se volteó intentando ignorar la sonrisa altanera que Jasper tenía en su rostro pues Mónica inevitablemente irradiaba felicidad.

—Sabía que te gustaría.

—Cállate, no me gusta.

—Tus sentimientos no dicen lo mismo.—Mónica le señaló frunciendo el ceño.

—Pues tu radar debe estar roto.

—Eso es imposible, Mónica.

—Vas a ver como es posible, vampiro estirado.

La pelirroja bufó dirigiéndose velozmente hasta una mesa vacía en dónde se dejó caer en la cómoda silla mientras sentía la mirada de Jasper en su espalda, él se había quedado en la entrada sonriente ante la lucha interna que los sentimientos de Mónica estaban batallando. De alguna manera, todo aquello le resultaba ligeramente cómico, nunca se imaginó teniendo que volver a conquistar a Mónica y aunque intentaba tomarlo con humor el miedo de perderla definitivamente no desaparecía.



quiero que vuelvan a salir juntos pero a la vez quiero que Mónica siga peleándose con Jasper ajsjsjsjna pero no quiero volverles cliché tóxico pues amo su relación sana, fuck. bueno decidí publicar dos historias de the umbrella academy ( aunque todavía estoy pensando en pasar una de ellas a borradores, depende del apoyo sjsjsj) y publicaré una de draco malfoy solo que no sé si ahora o dentro de un par de horas así que ya verán sksksjsj vayan a leerlas si les apetece amoress.

m-oddinsdottir

cigarettes || jasper hale (twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora