†Principio: Capitulo 29†

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Sin subtitulo

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Nicolas Steve

No puedo seguir engañándome, no puedo seguir mintiendo.

Me gusta la noche, me encanta sentir el frio, odio el calor, pero es obligatorio andar con abrigo en este tiempo. El bosque está oscuro, tal y como me gusta, estoy cerca de casa, al otro lado del bosque en donde se encuentra el parque, estoy a un paso de llegar al parque, no quiero pisar la calle, no quiero que me vean.

Desde este punto puedo ver todo; las personas con su pareja, los amigos que en realidad no lo son, los idiota que solo vienen a comer y a tener sexo con las chicas de los demás, puedo verlos a todos, pero no al que busco, no está aquí.

No me molestaré en buscarlo en todo el parque, aunque lo encuentre no le podría hacer nada por la enorme cantidad de personas que hay.

Será otro día amigo, aun no entiendo el por qué sigue viniendo a este lugar, es muy estúpido de tu parte.

-¡No!-

Miro hacia mi lado derecho delicadamente para asegurarme de lo que he oído.

-¡Ayuda!- si escuché bien.

Bueno, es hora de irse.

Miro por ultima vez el parque y después me adentro al bosque siguiendo el camino de por donde vino el sonido, en silencio me acerco al lugar y veo a dos chicos, uno de ellos tratando de abusar del otro.

Pobre chica, no creo que te pueda ayudar.

Le voy dando la vuelta en círculo para verle la cara al chico el cuál le cierra la boca a la chica mientras ella trata de liberarse. Quedo casi al frente de ellos y al chico hacer un impacto con la cabeza de la chica y el árbol, veo su rostro y ¡es él!

Mi curiosidad me ha llevado a la gloria otra vez.

Creo que esto va a ser divertido.

Vuelvo a darle la vuelta quedando de espaldas a él y agarro un palo que se encontraba en el alrededor, ninguno de los dos me puede ver porque cada quien está en lo suyo y además los arboles me cubren, pero al acercarme, la chica logra verme y rápidamente pongo mi dedo índice en mis labios para que no se alarme, pero él la mira e intenta mirar hacia atrás aprovechando el momento de pegarle en la cabeza con el palo.

La chica echa un grito, se echa hacia un lado cayendo en el intento y quedándose allí mirándome.

-Gracias- me agradece y la ignoro.

Camino hacia el imbécil y me pongo encima de él, lo apunto con el palo y le pego fuerte como si fuera una pelota de golf.

-Demonios- maldice la chica la cuál aún no se ha ido.

Pensé que se había ido a correr por su vida, a decirles a sus amigo que la intentaron violar o ¡no lo sé! ¿Por qué demonios sigue aquí? Me volteo un poco hacia ella y retuerzo mi cabeza hacia mi hombro derecho.

-¿Te vas a quedar a ver esto?- le digo fastidiado.

Cuanto odio que me interrumpan.

Ella niega, se pone de pie y se echa a correr.

Espera un momento.

¡Mierda! ¿Por qué olvido que soy un maldito hombre famoso? ¿Por qué?

Le doy otro golpe mucho más fuerte al maldito idiota y luego lanzo el palo a un lado y me echo a correr. Debo detenerla, no se puede ir o le contará de mi a todo el mundo, es un riesgo que no me atrevo a tomar.

Obsesionados contigo [Trilogía murderous family II] (CORRECCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora