Obsesionados contigo [Trilogía murderous family II] (CORRECCIÓN)

†Rosas: Capítulo 17†

Dedicatoria: restrepomichell Gracias por apoyarme y dejarme tus comentarios divertidos y llenos de energía. ❤😊

†Victoria†

-Tú estás igual de mojado, no lo entiendo.

-Pero es mi casa- responde.

-¡Te odio! ¡Eres un maldito idiota! ¡Quisiera que alguien viniera y te matara de un solo balazo en la cabeza por lo maldito que eres!- le digo enojada y con miedo mientras me quito la ropa.

-No me insultes o te dejo con los perros- y lo que faltaba.

-Me vale una mierda.

-Ohh, más vale que empieces a correr porque creo que se me olvido decirte de que ellos solo escuchan a mi padre- maldito- ¡corre!

Dice apartándose de la puerta, yo miro a los perros y luego me echo a correr hacia la puerta lo más rápido que puedo, gracias al cielo la puerta estaba sumamente cerca y pude entrar antes.

-Lindo cuerpo- dice al cerrar la puerta.

-¡Púdrete!

-¿No te gustaría matar también a los perros? Ellos se comieron a tus padres.

Oh no, ya si se ha pasado ¿por qué tuvo que mencionarlo? No debió decirme eso, ahora todo es más aterrador. Mi expresión baja y justamente en donde estoy me agacho y escondo mi cabeza en mis rodillas, mis ojos se nublan y mi nariz se congestiona haciendo que empiece a respirar por la boca.

¿Creen que estoy como si nada? Es que aun no lo puedo creer, fui secuestrada dos veces y mataron a mis padres para luego dárselos de comer a unos malditos perro. Lo que quizás hagan conmigo tarde o temprano.

-Ay no, párate- me ordena y procedo a taparme las orejas- no hagas eso, no intentes ignorarme Victoria. Por favor párate.

Púdrete maldito infeliz, me quedaré hasta que me canse y tú no me lo vas a impedir.

-¿Quieres que te lleve a mi habitación y no te deje salir de allí hasta que lo ruegues?

Nunca te rogaría maldito, ni siquiera sé por qué hice lo que hice contigo. Estoy más que arrepentida.

-Vale, si así lo quieres.

Me dice y con mucho esfuerzo logra meter su mano por mi abdomen y levantarme mientras que forcejeo para que me dejase. Aruño sus manos y las golpeo para que dejen de agarrarme, pero solamente me baja al llegar al pasillo.

-Deja de hacerme eso, deja de forcejear, estás así porque tu comportamiento no es adecuado- dice sosteniéndome la mano izquierda la cual intento liberar sin mirarle a los ojos.