Obsesionados contigo [Trilogía murderous family II] (CORRECCIÓN)

†Historia: Capítulo 9†

†Nicolas†

"Es la ultima vez "

¿A mi quién coño me va a decir que es la ultima vez que veré a alguien? Yo ya no puedo dejar de verla, pero le empiezo a tener un poco de odio, odio al saber que ella pertenece a ese hombre.

A ese hombre hijo de p*ta.

Y si, la veré por accidente, muy accidente de mi parte.

Tal vez debería dejar mi obsesión con ella. Tan solo han pasado unos días desde que la vi, no debería tener esta obsesión.

-Creo que deberías quedarte aquí- me dice mientras abraza al jodido peluche.

-Bien- estoy extresado, nunca había ido con una chica a un parque y creo que será la última vez.

-Gracias- dice mirándome fijamente- sigues siendo adorable.

-No soy adorable, por cierto ¿qué te pasó en la nariz?

Ella me sonríe nerviosa y luego se rasca la cabeza antes de contestar.

-En el instituto tropecé con una chica más pequeña que yo por estar distraída y pues, ya ves- responde algo rara.

-¿Alguien más pequeña que tú? Wao, esto es increíble.

-¿Qué? Yo soy grande, tengo la altura normal, no es mi culpa de que tú seas tan grande, tonto- dice y me río un poco por su expresión

-Oh si, claro- digo y ella me enseña el dedo mayor- creo que tengo que entrar a mi casa y tú a la tuya- le digo recostado de una de las columnas del frente.

Ella respira hondo y acaricia al odioso peluche.

-Entiendo- dice y luego se acerca a mi para besarme, pero volteo antes al ver que unas camionetas negras se acercan.

La miro nuevamente y está con los ojos super abiertos. La he rechazado. En ese momento las camionetas se detienen y de ellas bajan unos hombres armados, su agilidad no me da tiempo a moverme mientras ponen sus armas en mi cabeza.

-Vamos, vamos- le dice uno de ellos a Victoria.

-Nick, Nick por favor- dice ella con los ojos aguados sin querer dar un paso.

-No la toques.

Intento moverme, pero los dos que me apuntan me hacen sentir sus armas.

-Tranquilo grandulon, ella estará bien lejos de ti- habla él.

Yo lo sabía.

-Sabía que tu estúpida marca no era de confiar- le digo al idiota que le vendió la bebida a Victoria.

-Bueno, debiste tomar precaución- me responde y se aleja poco a poco hasta llegar a la camioneta y sin dejar de apuntarme, subir y dejar que su amiguito le guíe.