†El odio: Capitulo 18†

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Sin titulo


†Victoria†

¿Alguna vez les ha pasado algo así de que todo esté mal y que luego todos actúen como si nada estuviera ocurriendo? Pues, bueno, justamente eso pasó en la cena: Thomas estuvo de lo más normal con su gran paciencia y con un poco de humor al igual que su primo, Lissy hablaba con los mayores de cosas que les habían pasado antes y Nick, solo comía y de vez en cuando le hacían preguntas y él respondía, aunque a mi no me dejaba en paz; sus ojos no se iban de mi plato, pues no como mucho como ya saben.

Ellos parecen una familia normal, pero no lo son.

Lissy fue la que me presentó a la mujer la cual al principio me hizo muchas preguntas.

-¿Y tus padres?- preguntó y me di cuenta de que no sabía nada sobre lo que pasó.

Pero decidí guardar silencio.

-Están muertos- le respondí y seguí comiendo de mi comida.

Ella se quedó callada y luego toda la cena fue como les dije; todo como si nada hubiera pasado. Ya hoy es martes y resulta que casi todos tienen sus vidas menos yo: Nick y Thomas están en la universidad, Lissy y su padre se encuentran en su trabajo y la señora Nathalie, está con un psicólogo que no digo yo que lo deba tener.

Bueno y aquí estoy yo, siendo vigilada y atendida por los empleados de la casa los cuales no me quieren ayudar en nada. Son todos cómplices, lo que es de esperar porque al parecer tienen años aquí y son leales a sus jefes.

No sé, de verdad no sé qué pasará conmigo.

-Señorita, señorita- me llama una de las señoras.

-¿Qué?

-Le preguntaba que si necesitaba algo más- dice.

Al parecer me ha estado llamando desde hace rato.

-Lo que necesito ustedes ya lo saben y no me ayudarán- les digo moviendo mi tasa de té mientras veo por la ventana, de la sala de descanso.

Es un bonito paisaje.

-Lo siento, pero entienda que no somos nadie si te ayudamos, vivimos aquí y nos quieren como si fuéramos de la familia y si los traicionamos: entonces no somos nadie para ellos y puede que pasen cosas horribles.

-Bien.

-Si desea algo más solo pídalo, con permiso- dice y escucho sus pasos salir de la sala.

Le estoy dando la espalda así que no la miré ni un segundo. Dios ¿te debería dar gracias por estar viva? ¿A caso debería?

El timbre de la casa empieza a resonar por todos lados y giro mi cabeza hacia mi lado derecho. ¿Quién estaría visitando a estas personas? De seguro no es alguien familiar porque de lo que he visto me he dado cuenta de que si eres familia, entras sin siquiera tocar. Dejo la tasa de té en la mesita y me pongo de pie para dirigirme a la puerta, al llegar miro la puerta y a dos señoras paradas en ella, una mirando por la mirilla de la puerta y la otra solo mira a la otra esperando respuestas.

-Es la policía, Harris los está atendiendo, hay que llamar a los señores de la casa- dice la que miraba por la mirilla y al voltearse se fija en mi- ¿qué hace aquí? Debes ir arriba.

¿Qué baya arriba? Está loca si cree que pienso hacer eso.

-No, no iré ¡ayuda! ¡Ayuda por favor! ¡Ayúdenme! ¡Necesito ayuda!- grito tocando la puerta con fuerza y mirando por la mirilla. No, se están yendo, no, no- ¡ayuda! ¡Estoy aquí! Por favor ayúdenme.

Obsesionados contigo [Trilogía murderous family II] (CORRECCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora