Capitulo 25

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Jeremiel.

El dolor de mi cuerpo desaparece de a poco, intento respirar pero aun es dificil, a lo lejos puedo escuchar a Angelica discutir con Astaroth, Escucho a mi hermano decir que tiene que acabar conmigo por que es la unica manera de que jamaz vuelva a poner en peligro a Angelica, y la verdad es que tiene razón, no voy a dejar de luchar por ella, no voy a dejarla ser feliz, y todo por mis estupidos sentiemientos, Tal ves Astaroth tiene razón, estaria mejor muerto, al menos asi no le causaría mas tristezas a Angelica.

Puedo ver como se da la vuelta y camina lejos de Astaroth, pasa por mi lado y tengo la esperanza de que por lo menos me mire por ultima vez. pero simplemente me ingnora, como si no estiviera ahi, Me duele el existir, no por el echo de que estoy apunto de morir, me duele mas su indiferencia, su frialdad.

Agacho la mirada y espero mi fin con paciencia, escucho pasos hacia mi, pensando que es Astaroth levanto la mirada, pero la encuentro a ella, un hermoso rostro me mira con ternura, y me extiende la mano para apoyarme, yo la tomo sin pensarlo y me pongo de pie, puedo ver lagrimas salir de sus ojos y su nariz congestionada, las ganas de abrazarla me invaden, de tenerla contra mi pecho por una ultima vez, de tocar su calida piel, y de  sentir el  dulce aroma que desprende su cabello rubio, pero antes de que pueda hacerlo ella me saca de mis fantacias.

-Dile que no volveras a hacerlo otra vez, dile que te mantendras lejos de mi. (suplica)

-No puedo, no soy lo suficiente fuerte para dejarte ir, no puedo estar sin ti, tu eres mi motivo Angelica.

-No quiero que mueras.

Ella acaricia el cabello que cae por mi frente, Yo solo cierro loa ojos, y me dejo llevar por su muestra de afecto, es todo lo que nesesito, no podria vivir sin esto, no podria vivir sin ella.

-Yo no puedo dejarte ir, pero tu debes obligarme a hacerlo, entiende que mientras yo viva, no vas a estar segura nunca, siempre buscare la manera de tenerte, y eso te pondra en peligro, por que soy egoista, y por que soy un estupido.

Ella se cubre el rostro con ambas manos y rompe a llorar como una niña, aunque esto le duele, y yo estoy por morir, no puedo evitar recordar al aquel dia, cuando tuvimos una cita y estaba celosa de la mesera, se cubria el rostro con las manos y me parecia tan tierna, justo ahora no puedo evitar sonreir y ver lo adorable que se ve.

-Mirame Angelica, (le pido)

Ella me ignora y sigue llorando.

-Mirame... (le susurro en su odio)

Descubro su rostro con mis manos y levanto su cara para verla a los ojos, yo tengo una sonrisa en mi rostro y ella no entiende como es que puedo en estos momentos sonreir)

-Por que sonries? (me pregunta
confundida)

-Recorde la vez que te puso celosa la mesera. Te cubrias el rostro igual que ahora.

Ella sonrie un poco y se relaja, yo no le quito la mirada de encima mientras ella me mira de una forma extraña, de la nada  se me echa en cima y me besa en los labios, sus manos rodean mi cuello y yo la abrazo de la cintura contra mi, meto mis dedos entre su pelo y la acerco a mi rostro con brusquedad, ella no se opone y corresponde a mis desesperadas muestras de afecto.

Astaroth- Ya fue suficiente.

Ninguno de los dos escucha a Astaroth, estamos perdidos en ese beso, puedo sentir como todo lo roto en mi, se repara con solo un beso suyo, todo el dolor, toda la angustia todo el miedo se desvanece, ella es mi cura, mi salvación, y mi perdición.

Astaroth- Basta!


- UNO!



-DOS!

Angelica separa sus labios de los mios, y yo deposito pequeños besos por todo su rostro. La amo tanto.

-Gracias por eso. (le digo mientras la suelto del cabello y la cintura)

Ella se aparta de mi y me mira por ultima vez.

-Te quiero . ( me dice, luego cubre su boca con su mano y se va apunto de llorar de nuevo)

Cuando Angelica se aleja lo suficiente, Astaroth comienza a caminar hacia a mi, con la cruz invertida provocandome un fuerte dolor en el abdomen.

El- Sera rapido hermano, lo prometo.

yo- Cuidala con tu vida...... por  favor!

Le digo retrocediendo unos pasos por cada que el avanza.

-No te preocupes, estara bien, daria mi vida por ella.

Escuchar eso me deja tranquilo, y entonces se que estoy listo para irme, Dejo de retroceder, y dejo que el avance hacia mi, El dolor es cada ves mas insoportable, siento como mis pulmones se encogen y no permiten la entrada de aire, mi cuerpo tiembla y caigo al suelo, me retuerzo con brusquedad, Astaroth desvia la mirada, mientras espera que acabe pronto, Siento como si me estuviera quemando en una hoguera, no respiro, de pronto ya no se nada, no veo nada, no siento nada, ya no soy nada. 

"Un Cielo y un Infierno"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora