Capítulo 52 - Arriesgarse.

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SOFI

-¿Quieres que me quede?

-Mira sé que las doncellas aladas tienen un deber con las crías de los Látigos Afilados –dijo Eret. –Pero pudieras tener un dragón contigo, para siempre, un mejor amigo, no un deber, un amigo...

-Los bebés también son nuestros amigos, pero un deber a la vez.

-Quiero una oportunidad –dijo él, tomándome por sorpresa. –Sé que te hice daño en el pasado, pido perdón por eso... en serio, quisiera que me dieras la oportunidad de tal vez ver, que pasará, de nuestra relación aquí... en Berk.

-Me estás pidiendo una cosa bastante difícil Eret –dije. –Tengo una vida en las doncellas aladas, tú, tú quieres que me quede aquí, a ver si esto podría funcionar, no es algo certero... bien lo sabes.

-Tal vez podrías pensarlo –dijo.

-Tal vez... no te puedo asegurar nada... pero puedo pensarlo y mañana... quizás pueda darte una respuesta, sobre nosotros, o... más bien, mis deseos –respondí.

Todo se resumiría al día siguiente, y debía de pensarlo bien, porque luego del almuerzo, sería la partida, los jinetes irán a la orilla del dragón y yo debía de ir con Brutacio, también reportarme en la isla de las doncellas aladas, hablar con Atali.

-Es muy tarde –le dije. –Deberías de ir a dormir...

-Ya te vas, supongo –mencionó él.

-Sí, mañana hay mucho por hacer y debo pensar tu propuesta a solas –dije. –No me tomaré esto a la ligera Eret.

-Por qué no solo decir que sí y ya –dijo él.

-Porque tengo una vida ya hecha, volver atrás nunca estuvo en mis planes, si... me da una oportunidad de corregir algo del pasado –dije. –Pero no es seguro, puede que lo intentemos pero lo hecho, hecho está, no quiero ser marginada y no podría volver a las doncellas aladas, así sencillamente.

-Piénsalo, por favor –dijo.

-Descansa –mencioné.

-Descansa tú también –dijo.

Entonces me alejé a paso lento, no quería demostrar que quería huir de la situación, me caracterizo por alguien fuerte, la noche de pasión que tuvimos años atrás no podría cambiar mi presente, soy una doncella alada, estoy en deber de defender mi isla, le debo mucho a Atali.

-A quién rayos voy a engañar –dije cuando llegué a la cabaña. – ¡Mi cabeza es una locura! –exclamé tirándome de lleno sobre la cama.

Mi deber de doncella alada, frente a una vida que soñé años atrás, una familia real a la mía, una verdadera tribu a la que pertenecer, no aquella que destrozó mis metas, la historia trabada en mi garganta, pidiendo ser expulsada y olvidada en un abismo.

Como olvidar los días de guerra...

La sangre que corría en manos de una tribu liderada por un hombre al que aborrecí, que me convertí en su enemiga, fui contra sus ideales, lo odié con el alma, ahora mismo, donde estaba no lo sé.

Luego de ser entregada se marcharon para no saber de mí, me prometieron a un hombre que no quería casarse y me abandonó, como cobarde, todos estos y muchos sucesos más, han fortalecido mi carácter, creí siempre no necesitar de nadie.

Sin embargo mi sueño se me presenta de nuevo...

Algo que no es seguro algo por el que tendré que decidir si arriesgarme o continuar con mi vida, ya establecida, pero este deber es para toda la vida, no habrá jamás la familia que deseé de pequeña.

No lloraría, tengo la fuerza suficiente para renunciar a eso

Sin embargo que sería lo correcto, es lo que me preguntaba, solo miro hacia el techo y dejo mi mente vagar en las explosiones de mis recuerdos, la sangre en mis manos y con eso me duermo.

Al día siguiente desperté de un sueño en blanco, aquello que creí que no pesaría hoy lo hace con más fuerza, el día de la decisión, cuál debería ser mí decisión, no quiero tomarlo a la ligera, no quiero renunciar a las doncellas por una relación que tal vez, no resulte, e irme implica renunciar a un sueño, que tal vez no resulte.

-¡Ah! Thor... por qué tuve que encontrarlo aquí –le grité a mi cama.

-Oye que te sucede –dijo Astrid entrando por la puerta.

Se la veía alegre y vivaz, su noche debió ser mejor que la mía, entonces solo me senté tal vez hablar con ella es lo correcto y la acción debía tomarla.

-Que tal tu noche –comencé.

-Estupenda –dijo ella.


ASTRID.

La noche con Hipo lejos de todo Berk fue genial, únicamente nosotros dos, lejos de los problemas, con Chimuelo y Tormenta, despejar la cabeza, jugar y ser nosotros, aunque hemos crecido y tenemos, necesidades que, bueno, adultas, demostrarnos nuestros sentimientos con algo más que besos.

En fin nunca dejar nuestro lado juguetón de vez en cuando y divertirnos con tonterías como si fuéramos aquellos chicos de antes, sin responsabilidades pesadas que llevar, es relajante.

-Pues... Escuchándote ahora la verdad –le dije a Sofi. –Puedo entender tu situación. Pero, qué hay de Brutacio...

-Oh claro...

Había entrado a la cabaña de invitados para despertar a la novia de Brutacio, la escuche gritar quejándose de algo o más bien alguien, por lo que me aproximé encontrándome con que ya estaba despierta y por lo que veía un poco molesta, con ella misma.

Hablamos sobre su pasado con Eret, como luego de ser prometida a él, él, la abandonó con la carga y se fue entonces a las doncellas aladas, he notado que se guardaba algunas cosas, lo sé porque lo suelo hacer yo, y no la iba a presionar para que me lo dijera.

-Mira Astrid –dijo ella. –Hipo es un chico genial, no quiero ofenderte pero buscarle una novia a Brutacio no fue lo ideal.

-Hablé con Hipo al respecto, lo sé no fue lo ideal, pero hiso algo que... bueno casi ahoga a todo el pueblo con... bueno, bombas de olor de Durián –le conté. –Esa cosa los llevó a hacer eso, para ver si deja sus bromas a Loki, pero en fin Brutacio es Brutacio...

-bueno... Brutacio y yo... no somos nada –dijo ella sorprendiéndome. –Yo lo ayudé o lo ayudo a que evite que le busquen novia –terminó.

-Bueno... considerando eso –dije. –Entiendo tus sentimientos, ser una persona fuerte y tener una meta, yo era exactamente así, en la antigüedad Berk mataba dragones, con Hipo nos conocimos en la escuela de matar dragones, luego de descubrir a Hipo con Chimuelo tenía que decidir que apoyar, e Hipo... simplemente fue mi decisión acertada, quería arriesgarme y ver a donde podríamos llegar solo lo hice.

-¿qué quieres decir? –me preguntó.

-Sigue lo que deseas –le dije. –Si no te arriesgas, sin poner de tu parte, no podrás conseguir nada, debes arriesgarte para saber que pasará el día de mañana, créeme te entiendo muy bien. –Me levanté y me fui.

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Un poco corto para la parte de Astrid... pero no sé diganme que piensan...

Cuál es la Historia de Sofi... que piensan al respecto?

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How to train your dragon - Return to home (Volver a Casa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora