Capítulo 17. Carreras.

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- Llevad a esta basura fuera de mi vista.

Dos guardias salieron corriendo a recoger el cuerpo del chico y lo sacaron a rastras de la sala del torno, antes de que el rey se enfadara más y decidiera apuñalar a alguien más.

Eiza apareció delante de ellos en el corredor.

-Majestad - dijeron ambos a la vez mientras paraban delante de ella.

- Llevadlo de vuelta a casa y decidle a Seth lo que ha pasado. Él sabrá qué tiene que hacer.

-si, su majestad. - los guardas asintieron a la vez.

Eiza se acercó por última vez a Jake y extendió su mano pero se paró a mitad de camino.

-Vamos, llevadlo ya.

Eiza se dio media vuelta y desapareció del corredor.

Los guardias se miraron entre ellos.

- ¿Soy yo o la mitad de la familia real tiene severos trastornos de personalidad?

- Cállate imbécil. ¿Quieres acabar empalado en una pica a la entrada del palacio? - dijo uno de los guardias al otro mientras le daba una colleja

- La verdad es que no es mi afán, no. - dijo este mientras se frotaba la mano donde le había dado el golpe su compañero.

- Entonces no vuelvas a abrir la boca hasta que salgamos del palacio.

Los soldados salieron del palacio con Jake a cuestas, haciendo el camino de vuelta a la casa del portal.

Entraron dentro y dejaron al chico tirado en el sofá.

-Bueno ahora a lidiar con la siguiente loca de la familia real.- dijo el guardia mientras se cruzaba de brazos delante de la puerta.

-¡Te quieres callar! Como te oigan nos mataran a los dos.

-De algo hay que morir.

-Preferiblemente de una manera rápida e indolora, y ambos sabemos que nadie de la familia real lo haría así. Son unos sádicos.

-¿Quiénes son unos sádicos? - dijo Shio mientras aparecía por la esquina de la casa, seguida de cerca por Seth.

El guardia se quedó blanco.

-Los ratones del palacio, han destripado a un guardia, y se lo han comido vivo, princesa. - se apresuró a decir el otro guardia.

-¿Hay ratones en palacio? - dijo Shio extrañada. Seth puso los ojos en blanco y se metió dentro de la casa. - ¿Desde cuándo?

-Bueno, el Rey estuvo viendo una película mundana, una sobre un ratón

-Si, si. Un ratoncito duro de roer. - dijo el otro guardia.

- Oh vaya, pensé que mi madre le había prohibido ver películas desde que se pasó una semana vestido de Cowboy disparando a gente con un revólver por palacio.

-Así era princesa pero ya conoce usted al Rey. Siempre hace lo que quiere.

-Ya... En eso nos parecemos. - dijo Shio sonriendo. - y... ¿Qué hacéis aquí?

Seth se asomo a la puerta otra vez con cara de circunstancias.

-Shio, creo que tenemos un pequeño problema. Tenemos un Jake inconstante y vestido en el sofá.

Shio lo miró de arriba a abajo.

- Ya bueno, creo recordar que lo dejaste vestido... Y estaba jodido por lo de la misión, es normal que se haya desmayado.

-Ya bueno, recuerdo haberlo dejado con otra ropa...

-Se habrá cambiado Seth- dijo Shio cabreada.

-Ya ya, si hasta ahí me cuadra. Lo que me deja de cuadrar es que no le dejé apuñalado.

Shio abrió los ojos como platos y salió corriendo dentro de la casa, entró al salón y allí estaba Jake. Se acercó a él pero Seth la agarró del brazo.

-Si lo tocas, lo matas. - Shio miró a Seth. - es un humano, hay que sacarlo de aquí ya.

-¿Cómo ha pasado? - Shio se giró a los guardias - Tenéis diez segundos para decirme que ha pasado antes de que os convierta en pienso para las gallinas.

-Bueno...

-10...

Shio levantó una mano hacia los guardias. Ambos cayeron al suelo retorciéndose de dolor.

- El Rey apuñaló a Jake con la daga del ritual de las runas. - chilló uno de los guaridas.

-¿ Qué qué ? - chilló Shio mientras agarraba al guardia de la chaqueta.

- Jake fue al palacio real. La reina quería convertirlo en parte de la corte, pero él solicitó realizar el ritual de las runas.

- ¿Por qué haría algo así ?

- No lo sé. La reina nos dijo que lo traigamos aquí y que Seth se ocuparía de él.

Shio se quedó callada blanca. Él nunca habría hecho nada tan suicida, le han debido de obligar o empujar a hacerlo. ¿Por qué razón Jake se sentenciaría a muerte a si mismo así ?

- ¡Shio!- grito Seth. - No tenemos tiempo. Hay que sacarlo YA, a no ser que prefieras que lo enterremos en el jardín. En menos de 5 minutos estará muerto.

- Vale vale, vamos.

Seth cargó cual princesa a Jake y salió corriendo de la casa hacia el portal. Tenían que marcharse ya o sino Jake no lo contaría. Los humanos no pueden sobrevivir en el infierno.

Shio y los guardias corría detrás de él. No sé por qué corrían estos últimos, probablemente por solidaridad, o para evitar que Shio de cabreara más y los matase.

Seth llegó delante del portal con Jake.

-Arerit hala thalpor.

El portal se abrió en frente de él.

-Espera Seth- chilló Shio. - voy contigo.

- ¿Acaso quieres que te maten? No puedes venir sin una misión. Si sales de aquí, tu padre te mandará ejecutar y bien sabes que hay miles de demonios que adorarían la idea de bañarse en la sangre de la familia real.

- No le puedo dejar solo. Él es mi todo.

-Entonces soluciona lo que puedas aquí, para que él pueda volver. Sabes que hacer ¿no? Yo cuidaré de mi princesa en tu ausencia - Seth la guiñó un ojo. Se giró y sin decir nada más atravesó el portal.

Creo que eso no le haría mucha gracia a Jake. Unas vacaciones en el mundo humano, sin poderes y con Seth de niñera. Pero lo mas importante...

¿Acaso Seth sabía lo que planeaba hacer?

Era imposible, el no podía haber oído nada desde donde estaba... Pero claro Seth era un informador y no era imbécil como el resto del infierno. Lo sabía pero no le había dicho nada...

Bueno, eso daba igual ahora. Tenia cosas más importantes que solucionar en este momento. Pero Seth tenía razón, ella era la única que podía hacer que Jake volviese a ser un demonio, sin pasar por el ritual. Y para eso, primero tendría que tener el control de todo y todos.

Heaven tearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora