Dónde mueren las Mariposas

Capítulo 10

Una mañana de verano Ritsu y Hiromi compartían el almuerzo durante el descanso en el trabajo del joven

- ¿Has oído hablar sobre el Festival de la Mariposa? - preguntó ella.

- ¿Festival de la Mariposa?, ¿Qué es? - dijo Ritsu mientras comía a gusto su almuerzo.

- Es un evento que se realiza hace muchos años en el pueblo de Kanabe, dicen que es algo increíble porque en el primer día del mismo llegan al lugar miles de mariposas que invaden cada rincón del pueblo, se quedan allí durante los cuatro días que dura el festival y luego mueren en la montaña cercana. Es algo único...

- Suena increíble, Kanabe está algo lejos de aquí.

- Sí, es un viaje algo largo, pero me encantaría ir algún día, poder presenciar ese momento debe ser mágico...

- ¿Y cuándo es?

- En dos semanas comienza.

- Si lo deseas podemos ir.

- ¿De verdad? - preguntó entusiasmada.

- Por supuesto, sólo debemos preguntarle a tus padres si están de acuerdo - sonrió él.

En ese momento apareció un mensajero a caballo
- Buenos días, estoy buscando a Saraki Ritsu - se dirigió a los jóvenes.

- Soy yo - respondió Ritsu e inmediatamente se puso de pie.

- Traigo esta carta de parte del general Kitanari, manda a pedir por usted, debe presentarse lo antes posible a prestar servicio en el ejército. Es indispensable su presencia.

Hiromi sintió que se le hacía un nudo en la garganta.

- Comprendo señor - respondió Ritsu.

- ¿Cómo es su estado de salud?

- Óptimo señor.

- Perfecto, partiremos al amanecer. Por favor prepárese, nos veremos mañana en la salida sur del pueblo.

- Entendido - terminó el joven con firmeza mientras hacía una reverencia.

El mensajero se fue, dejando sólos a Ritsu y a una Hiromi visiblemente afectada
- Ritsu...- dijo con un hilo de voz.

- Hiromi... yo...

- ¿Te irás... de nuevo?...

-... Sí... tengo que hacerlo... es mi deber.

- Pero... apenas hace unos meses regresaste... ¿Por cuánto tiempo será ahora?...

- No lo sé...

- No sé si mi corazón podrá soportarlo...

- Hiromi no-

- Me duele mucho Ritsu - dijo por ultimo la joven y desconsolada se fue corriendo.

El muchacho se quedó sin palabras, no tenía el valor para seguirla, sentía que había herido los sentimientos de la persona que más amaba, pero no tenía otra opción, no podía ignorar el llamado al deber.

Las horas pasaron, y cuando los padres de Hiromi regresaron a su casa, la encontraron llorando sin consuelo

- ¡Hija! ¿Qué ocurrió? - preguntó preocupado su padre.

- Es Ritsu padre, mañana se irá de nuevo a la guerra...- respondió entre sollozos ella.

- Hiromi... perdóname hija... tal vez debí hablar más claramente contigo sobre lo que significa ser la esposa de un samurai...- dijo su madre.