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Jeremy siempre decía conocerme, qué me conocía más qué nadie, qué amaba todo de mí, qué mi cuerpo encajaba perfectamente con el suyo, qué su alma, su aroma, su cuerpo y su estabilidad me pertenecía. Vaya tontería. Había esperado cuatro años, al fin lo tenía y de la nada me lo arrebata nuevamente.

¿Qué más debía demostrarle a ese Evans qué lo amaba? Lo amo más que a nada en el mundo.

Estaba realmente consciente hacia dónde me dirigía, y con más razón. Me habían informado que Jeremy estaba en la empresa de de Nai, si realmente está ahí sería el colmo. Después de lo que me hizo pasar la noche anterior, ¿quería irse así como así? ¡Mierda, no!


Cuando llegue todas las miradas se posaron en mí, susurrando mi nombre. Abriendome pasó por la multitud al fin había conseguido quedar cara a cara con aquella puerta, la separación entre nosotros...yo realmente quiero entrar, pero comenzaba a dudar...

Al fin abrí la puerta y vaya mi sorpresa cuando encontré a Nai sin camisa y un Jeremy totalmente perdido devorando aquellos labios cubiertos de veneno.

-¡Jeremy! -Grié enfurecido. Ambos voltearon a verme. -¡Este es el colmo con ustedes dos! ¡¿Qué placer te da hacerme esto Vander?! ¡¿Cuánto más me vas a quitar para qué estés satisfecho?! ¡¿Cuanta humillación más voy a recibir?!

-Mika...-Jeremy trató de tomar mi mano, pero lo aparte rápidamente.

-¡No, no me toques! ¡Me das asco! ¡Tú! -Apunte hacia Nai el cual sólo me observaba con una sonrisa de "Me salí con la mía, ¿qué más vas a hacer?" -¡Ya valorate un poco! Das pena y asco maldita puta. -Me gire nuevamente y salí de aquella habitación. Escuche algunos gritos mientras me acerba al elevador. Ya dentro, mi Jeremy venia corriendo hacia a mí, gritando mi nombre, rápidamente presione el botón para que las puertas se cerrarán.

Y sí...

Me devaste. Lloré, grite de coraje, de frustración y de corazón roto.


Cuanto más amor le das a alguien menos te ama. Siempre quieren más y más, aquellas personas egoístas que solo piensan en si mismas.


Pasé media hora caminando hacía el departamento de mi hermana. Quería desahogarme con alguien, quería saber si realmente le importaba a alguien.


Cuando llegué toqué la puerta débilmente, esta se abrió con sumó cuidado.

-¿Mika, qué ha- Me eché entre sus brazos y volví a llorar como un niño pequeño. Ella me llevo hasta la sala y me acomodó cerca de su hombro sentados en un sofá. -¡Mika, ¿qué pasa?! -Preguntó eufórica.


-¡Jeremy...él, él...! -No podía pronunciar palabra, el alma se me había salido del pecho el dolor era eterno, y mi llanto no cesaba, recordaba ese mordida escena de ellos dos y lloraba con más fuerza.

-Mika, primero debes calmarte. ¿Qué pasó? Respira. -Decía totalmente calmada. Limpie las lágrimas que emanaban sin cesar de mis ojos y respire hondo. Estuve así un buen rato, solo quedaba mi voz quebradiza y mis quejidos al son de mi corazón latiendo.

-Creó... Que m-me tome muy en serio....en lo de s-ser prometido de...J-jeremy, él debe estar con quien quiera estar...-Solté con un profundo dolor en mi pecho.

-¿Qué dices? ¿De que hablas?

-¡Jeremy estaba con Nai! ¡Estaba con él, besándose! ¡Él...Jeremy...! ¡Mi Jeremy! -Volví a llorar. Quería desaparecer estaba aturdido, tenía tantas emociones. Estaba mal, realmente mal.

-Ese maldito. Mika, no tengas contigo a alguien que no quiere estar contigo, a Jeremy jamás le ha dejado de gustar Nai. Perdona que lo diga así pero...para él parece que solo fuiste un remplazo. -Las palabras de mi hermana daban de cierto modo y un tanto doloroso sentido en mi cabeza. -Quizás buscó en ti lo que esa persona no podía darle. Es un amor enfermizo y debes salir de ahí. No te quedes con alguien que realmente no te ama, y que no piensa hacerlo jamas. Es solo un capricho de él el tenerte a ti, piensa quizás...que de alguna u otra manera podrá llenar ese vacío que sarcásticamente aunque no hubo nada ahí encontrarlo en ti. -Tenía razón. Tenia toda la maldita razón lo cual empeoraba mi situación aún más.

-Pero yo lo amo...yo...lo amó más qué nadie, yo lo amo como nadie jamás se atrevió. Ni siquiera como ese maldito de Nai vander. -Ese nombre me daba repulsión.

-Ese amor que tienes deberías dárselo a alguien que realmente quiere amarte de la misma manera, no te aferres solo a alguien.



-No...pero...Jeremy...él es mi mundo. -Deje salir un aliento de desesperación.

-Deja qué él éste con quién ama. Y tú, busca a alguien qué te ame como amas.


-Es muy difícil.

-Nada es imposible hermanito. Por favor. -Tomó mis manos y las entrelazó con las suyas. -No quiero verte sufrir por alguien que ni lo vale, no quiero que te destroces por alguien que no se lanzaría al fuego por ti, no quiero que seas el sustento de una persona inestable. Dejalo ir...


Dejarlo ir seria dejar a mi yo también, quizás sea buena idea, olvidar a Jeremy me hará tanto mal pero será lo mejor. Pero no. Esto no se quedara así con Nai Vander, le daría un probada de su propio chocolate.

El chico de la falda Rosada. [Yaoi/Gay] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora