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Narra Nai.

Al llegar a casa, ¿que me encuentro? a Aaron hablando con mí padre. Me detengo en la puerta del living. Ellos dos están platicando de negocios, junto con mi madre y la familia de Aaron.

-Oh, hijo. Qué bueno que has llegado, justo estábamos hablando de ti. -Mi madre se levanta de su lugar para abrazarme -Estas mojado, ¿te sientes bien?, te ha agarrado la lluvia, ¿verdad?

-Sí. Pero estoy bien, ¿de qué hablan? Porque me mencionaron. -Pregunto sin pelos en la lengua. Mi madre me sonríe maternalmente mientras mi padre sigue hablando con Aaron.

-Mejor que tu padre te explique, ¿quieres té? Iré a preparar un poco con Licy. -Menciona a la sirvienta de la casa y sale directo a la cocina sin siquiera esperar mí respuesta. Me acerco hasta las personas que están ahí y me siento aun lado de mí padre, pues estar al lado de Aaron me pone nervioso.

-¿De qué hablan? -Mi padre me sonríe.

-Nuestra ganancia ha incrementado en un gran porcentaje, nuestras dos empresas harán un pequeño proyecto para que esta cantidad aumente su número. -Lo dice a un ritmo que apenas puedo entender. -Y como tu relación con Aaron es un poco...¿amigos?, ¿novios?

-¿Qué? -Pregunto exaltado, -¡Aaron no es mí novio!

-Oh vamos, Nai. Así nos consideran nuestras familias. -El Chico de cabello negro me sonríe, giñandome un ojo.

-Tsk. Es porque has dado rumores falsos.

-Como sea, debemos festejar qué nuestro proyecto va en un buen lanzamiento. -La madre de Aaron le da un casto beso en los labios a su esposo.

-Victoria tiene razón, Nai. debemos estar orgullosos de nuestro logro. -Mí madre llega con una bandeja de plata, dejando delicadamente las tazas en la mesita.

-¿A costa de qué? La gente piensa que somos malos.

-Eso...eso es porque no saben lo que pasa en la familia, ya sabes como son los rumores y como los periódicos y los paparazzis se inventan las cosas. Es más que obvio que exageran, Los vander y los gweltes son la familia más prestigiosa del país. Y la que tiene mayor contacto con el mundo, si todas esas personas hablan mal de nosotros es porque nos deben algo, es una forma de "venganza" -Sus palabras y al forma en la que lo hace me hace sentir orgullosa por tener una madre como ella.

-Tú madre tiene razón Nai. -Mi padre coloca su mano en mi hombro tratando de calmarme. -Esa gente está mal.

-Sea como sea, nos tienen miedo.

-Si el mundo te marco de esa manera, ¿de qué sirve ser otra cosa? -Las palabras de mi madre toman reflexión en mí cabeza. Es cierto que he sido juzgado solo por ser un Vander pero vamos, la gente comete errores no soy el único quien se equivocó, todos lo hacemos el alguna etapa de nuestra vida.

-¿Donde esta Myler? -Pregunto por mi hermana.

-Ya sabes, saliendo con los chicos de su edad. Vestida como ellos. -Mi madre sonríe, tomando una galleta del tazón. Aaron parece hablar con mi padre en susurros puesto que sueltan risitas, el padre de Nai sigue la plática con mi madre. Ahí es donde me doy cuenta que sobro en esta plática así que decido retirarme.

Decido ir a mi alcoba pues tengo todas las prendas mojadas, al subir las escaleras la puerta de entrada se abre dejando a la vista a mi hermana de quince años a la vista, con toda su ropa de chico y cabello corto empapados.

-¿A ti también te agarro la lluvia, Myler? -Rio con gracia. Ella parece sorprendida de verme, suelta un suspiro aliviada de que no sea un fantasma o algo así.

-Estúpido, me asustaste. ¿Ellos están allá? -Señala la sala. Asiento con la cabeza. Corre apresurada a las escaleras llegando hasta mí.

-¡Myler!, ¿Eres tu cariño? -Parece que fue descubierta por mi madre.

-¡E-Eh! Si, soy yo.

-¿Estas bien?, ¿Quieres acompañarnos?

-¡No, me quedare con Nai!

-Está bien.

Mi hermana se agarra de mi brazo y subimos las escaleras hasta mi alcoba. Ya ahí. Comienzo a quitarme la ropa mojada colocándola en el cesto, obviamente mi hermana, hermano, no miro el proceso. Después de ponerme unos chorts rosados cortos y una camisa, mi hermana hace lo mismo pero en mí baño. Me tiro a la cama enrollandome entre las cobijas. Myler sale del baño con unos chorts negros y una camisa blanca de tirantes. Su cabello oscuro parece ya estar seco, su pequeña melena le llega menos de los hombros, creo que es cómodo.

-Oye, ¿y qué pasa con Aaron? ¿se te declaró o algo? -Myler comienza a molestarme sentándose en un puff cerca de mí.

-No pero...hoy salve a un chico de suicidarse. -Myler abre los ojos con sorpresa.

-¡¿En serio?!, ¿ahora te crees batman? -Se ríe. Le doy un ligero golpe en el hombro. -Vale, ¿pero qué paso?, ¿como se llama? ¿son novios?, ¿te llamará? Dime que sí.

-¡Myler vas muy rápido! -Suspiro pesado mirando al techo. Ese chico ni siquiera me ha llamado, ¿tendrá mi numero? Obvio que sí. Todos los del salón lo tienen. De repente como si el destino fuera prejuicioso, mi teléfono suena en una videollamada.

-¿Será él? -Mi hermana toma mi teléfono entre sus manos acomodando se cabello en forma emo, como suele hacerlo cuando se viste de chico.

-Tal vez, a ver. Contesta. -Oculto mi rostro entre las almohadas y espero a qué mi hermana conteste. Desliza un dedo en la pantalla y efectivamente, es Jeremy.

-¿Hola?, ¿Nai? ¿Q-quien eres?

-La pregunta es para ti, ¿no lo crees? -Mi hermana hace voz de chico, debo admitir que lo hace bien. Trato las ganas de no reírme.

-E-Eh...yo...mi nombre es J-Jeremy. ¿Podrías pasarme a Nai?

-¿Para qué?

-Necesito hablar con él.

-¿De qué?

-¿Te importa?

-Sí.

-¿Y tu quien eres?

-Soy su novio. -Entierro la cabeza en la almohada evitando carcajearme.

-Ah...yo... lo siento, es qué...

-¿Por qué te pones nervioso?, ¿te gusta mi chico? -Myler sonríe de medio lado, en una risa coqueta con la que enamora chicos incluso chicas.

-N-No...yo... -Jeremy se ponía muy nervioso, y yo que lo creía frío. Se veía adorable así, ¿y se supone que yo soy el de la falda?

-Voy a colgarte. -Myler hace cara de enojo. Frunciendo el ceño.

-¡No! Solo...¿podrías decirle que me llame más tarde? Por favor.

-Tal vez. No lo sé. No quiero que mi Nai, hable con alguien mas que no sea yo.

-B-Bueno...tengo que irme, nos vemos. -Y la llamada termino, mi hermana explota en risas acomodando su cabello a su forma natural.

-¿En serio lo salvaste?

-¿Que te puedo decir? -Me encojo de hombros.

-Bueno, vaya suerte que tiene él. ¿crees que se haya creído el cuento?

-Por mientras dejemoslo así, nuevo novio. -Mi hermana se carcajea al igual que yo.

En unos días veré a Jeremy en la escuela, ya quiero ver su reacción cuando me vea desayunando con mi hermana y mis amigos.

El chico de la falda Rosada. [Yaoi/Gay] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora