Capitulo 12: La voracidad.

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Karol se despertó a última hora de la tarde con la cabeza un poco más despejada.

Sus sueños habían sido extraños y horrorosamente vividos, pero en cuanto despertó los olvidó por completo. Lo único que sabía era que la habían dejado sintiéndose horrible y aterrada.

Khaterina estaba todo el tiempo encima de ella, tratando de darle todo lo que pedía,

hecho que la hacía sentirse aún peor. Khaterina y su padre se preocupaban mucho y Karol nunca habría querido hacer nada que traicionara su confianza. El hecho de no haber vuelto a dormir a casa había conseguido que estuviera castigada durante todo el verano y que tuviera prohibido acercarse a la bahía de Antemusa, además de haber asustado horriblemente a las dos personas que más le importaban.

Lo peor de todo era que ni siquiera sabía por qué lo había hecho.

No recordaba nada de lo que había ocurrido después de haber bebido del frasco.

Tenía una laguna total hasta la mañana siguiente, cuando Khaterina la encontró en la playa. Pero incluso antes de eso, antes de haber bebido, sus recuerdos eran extraños y borrosos.

Ella jamás haría una cosa así. A pesar de todo, lo había hecho. ¿Cómo se explicaba, si no, que hubiese terminado tirada en la playa con esa resaca?

Tal vez no fuera alcohol, pero debía de ser algo muy fuerte. Podía tratarse de

alguna droga o de algo tóxico. O tal vez fuera alguna extraña poción. A Karol no le

sorprendería en absoluto que Valentina resultase ser una especie de bruja.

Y lo que era aún peor, no sabía qué le habían hecho después de perder la

conciencia. Todos esos rasguños probablemente se debían a que la habían arrojado al mar. Cuando quedó inconsciente, seguro que la arrojaron a la bahía.

¿Era eso posible? De haber estado inconsciente cuando la lanzaron al mar se

habría ahogado. O el mar se la habría tragado. ¿Cómo había terminado tumbada en la playa y con tan pocos rasguños y magulladuras? ¿Por qué no había muerto?

-Mierda -dijo Khaterina con un suspiro y entró en la habitación de Karol, arrancándola de sus pensamientos-Acaba de llamar Marcy. Tiene un embrollo en la biblioteca y necesita que vaya a ayudarla-¿Te parece que estarás bien si te dejo sola una hora o dos? -preguntó Khaterina.

-Sí -respondió Karol-Estoy bien. Creo que voy a darme una ducha. Tú ve a hacer lo que tengas que hacer. No quiero causarte aún más inconvenientes.

-De acuerdo. -Khaterina se mordió el labio y pareció dudar sobre si irse o no-Voy a tener el celular todo el tiempo conmigo por si necesitas algo. Lo digo en serio, ¿está bien?

-Sí. -Karol volvió a asentir con la cabeza-Pero estaré bien.

Cuando Khaterina se fue, Karol sintió un inmenso alivio.

Sabía que Khaterina lo hacía con buenas intenciones, y era culpa suya si ella se

sentía obligada a involucrarse de esa manera. Pero a veces necesitaba espacio para respirar.

Mientras esperaba a que el agua de la ducha se calentara, encendió el lector de CD que estaba en el baño. El álbum de Bruce Springsteen de su padre resonó de golpe entre las cuatro paredes y Karol se puso a buscar su propia música en la pila de CD que había en uno de los estantes. La mayor parte de la música que había en el baño era de Khaterina, cosas como Arcade Fire y Ra Ra Riot.

Antes de meterse en la ducha se quedó en ropa interior. Ante el espejo, se volvió hacia un lado y otro para observar las heridas que tenía en el cuerpo.

ᴄᴀɴᴄɪÓɴ ᴅᴇ ᴍᴀʀ. #1 (ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora