Capitulo 3: Capri.

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EL ruido de la puerta del coche la sobresaltó, y Katherina se incorporó de golpe, dejando
a un lado el libro que estaba leyendo. Bajó de un salto de la cama y corrió la cortina
justo a tiempo para ver a Karol despidiéndose de Ruggero antes de entrar en la casa.

Khaterina se sentó en la cama a esperar a que Karol subiera la escalera. Aún tardaría unos minutos, ya que su padre, Brian, estaba en la planta de abajo viendo la televisión.

Eso la enfadaba a rabiar, pero hacía tiempo que había desistido de esa lucha. Su
padre le había puesto a Karol una hora límite y si realmente le molestara esperarla
levantado, habría podido establecer una hora de regreso más temprana.

Brian y Gemina estuvieron charlando un par de minutos, mientras Khaterina se
esforzaba desde arriba por escuchar sus voces apagadas. Después oyó pasos en la
escalera, y antes de que Karol pudiese llegar a su cuarto, Khaterina abrió la puerta de
su habitación y la encaró.

-Karol -dijo en voz baja.

Su hermana estaba parada al otro lado del pasillo, de espaldas a ella, con la mano
en el picaporte de la puerta de su habitación.

Con profundo desgano, Karol se volvió hacia su hermana mayor.

-No hace falta que me esperes despierta, ¿sabes? Papá ya se encarga de eso.

-No te estaba esperando -mintió Khaterina-. Estaba leyendo.

-Sí, claro-Karol alzó los ojos hacia el techo y se cruzó de brazos-Vamos, no te quedes callada. Dime qué es lo que he hecho mal esta vez.

-No has hecho nada mal -dijo Khaterina, suavizando su tono de voz.

-Ya lo sé -respondió Karol.

-Yo sólo... -Khaterina pasó los dedos por el marco de la puerta de su habitación evitando mirar a su hermana directamente, por miedo a que notara una mirada reprobadora en sus ojos-. ¿Qué hacías con Ruggero?

-Mi coche no arrancaba y él me llevó a la bahía.

-¿Por qué te llevó?

-No sé. Porque es amable, supongo. -Karol se encogió de hombros.

-Karol -dijo Khaterina, regañándola.

-¿Qué? -preguntó ésta-. No he hecho nada malo.

-Es demasiado mayor para ti -añadió Khaterina con suspiro-. Ya sé que...

-¡Khaterina! ¡Por favor! -Con rubor en las mejillas, Karol bajó la mirada-Ruggero es como... un hermano o algo así. No seas malpensada. Además es tu mejor amigo.

-Ni se te ocurra -Khaterina sacudió la cabeza-. He visto cómo han estado
jugueteando estos dos últimos meses, y la verdad es que no me importaría si no fuera
porque él está a punto de irse a la universidad. No quiero que salgas herida.

-Nadie va a hacerme daño. No va a pasar nada -insistió Karol-¿Sabes?, pensaba que te alegrarías. Siempre andas diciéndome que no vaya a nadar noche sola, y he ido acompañada.

-¿Con Ruggero? -Khaterina alzó una ceja, y hasta Karol tuvo que admitir que Ruggero
probablemente no fuera un guardaespaldas muy efectivo-. Además esas escapadas
nocturnas no son nada seguras. No debería seguir saliendo a estas horas.

-Son seguras. No pasa nada.

-Hasta ahora -replicó Khaterina-. Pero en los últimos meses ya han desaparecido tres personas, Karol. Debes tener cuidado.

-¡Lo tengo! -Karol cerró los puños a ambos lados de su cuerpo-. Además no importa lo que tú digas. Papá me ha dado permiso para ir siempre y cuando esté de vuelta a las once, y es lo que hago.

ᴄᴀɴᴄɪÓɴ ᴅᴇ ᴍᴀʀ. #1 (ʀᴜɢɢᴀʀᴏʟ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora