Llave 22

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—No lo se, no creo que logre resaltar con mi cabello.

SeulGi y ChanYeol suspiraron por décima vez y se dejaron caer en el sofisticado sofá del lugar.

Hace mas de una hora que habían llegado al centro comercial y el primer local que acato la mirada de BaekHyun fue suficiente para que la paciencia media del mayor se fuera por el lavabo publico.

El pelinegro desapareció en la quinta prenda de ropa que no coincido en ese momento, con los ojos del peligris, absurdo para JongDae cabe recalcar.

ChanYeol por su parte estaba acostumbrado a esos lapsos de tiempo cuando salía con su pareja, cuándo las compras eran por la mañana procuraba comer bastante bien, pues sabia que no solo eran cinco minutos.

—¿Aun no vuelve Hyung?—la pelinegra negó en otro suspiro mientras jugaba en su teléfono.

—Estoy algo preocupado, voy a buscarlo, te encargo que BaekHyun no vuelva a pelear con otra clienta o chica de servicio, por favor—SeulGi asintió hechando un vistazo al mencionado, parecía que una chica rubia no quería cederle un bolso de cuero.

El pelirrojo torció sus labios al contemplar eso, pero cuando estaba por ir con su pareja una mano le detiene.

—Yo me encargo—sonrió la pelinegra, ChanYeol correspondió con una sonrisa aliviado y se retiro sin volver a observar a su espalda.

Saliendo del local, observo las posibles tiendas de ropa o libros que podría entrar el mayor, su primera opción fue la tienda de ropa que rodeaban todo un pasillo.

—Buenos días, ¿Gusta una muestra de helado recién?—preguntó una chica a su costado, logrando asustar al pelirrojo por la repentina acción.

¿Como y en que momento llego ahí?

—N-no gracias—sonrió incómodo. La chica no se movio.

—Es sabor pizza con Leche—volvió a hablar con una sonrisa tan...robótica.

—¿Pizza con leche? ¿Esa mierda es comestible siquiera?

Girando sobre sus pies, su mirada cayo en el dueño de esa voz. Sonrió ante la mueca que reflejaba el desagrado del mencionado sabor.

Le verdad si era un asco pero no podría decirlo así, el era un caballero.

—Vamos Chan, tengo hambre y aun necesito comprar un traje—dijo con pesar caminando hacia una escaleras eléctricas.

ChanYeol detuvo su caminar y observo la espalda del mayor.

—¿No habías estado en eso?—el pelirrojo frunció el ceño confundido.

—No, solo estaba explorando los locales—se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa.

Cuando estuvo a punto de reclamar sobre la ausencia del mayor y la preocupación que abordo para ir a buscarlo, sintió un impacto incomodo en su espalda baja y se giro para averiguar la causa.

Sus ojos se abrieron grandemente al contemplar a un pequeño niño sobre el suelo y una mueca que pronunciaba tal vez un próximo llanto.

—¿Estas bien niño?—extendió su mano intentando ayudar al chico.

El pequeño abrió sus ojos sorprendido.

—¡Un gigante!

Tal grito hizo que las personas que rodeaban y subían a las escaleras eléctricas y otras cercanas a la escena dejaran sus miradas sobre el pelirrojo.

Susurros y miradas desconfiadas recaían sobre ChanYeol de manera instantánea ante el ahora llanto del menor.

—O-Oye pequeño no llores, yo solo...—intento tranquilizar pero fue interrumpido por otro grito.

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