Llave 11

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Los crujidos del piso eran bajos, y aun que abundaba un poco de sonido, se lograban escuchar claramente las pisadas para nada disimuladas.

—Amor, ¿A donde vas?—pregunta el pelirrojo al notar la ausencia de su pareja en la cama.

—Ah, yo...

¡Piensa rápido BaekHyun!

—Solo voy por un poco de agua y vuelvo, desperté con mucha sed—ni el mismo se convenció— regreso en menos que canta un gallo.

ChanYeol asintió aun dormido, dejando que su pareja escapara hacia la cocina de la planta baja.

Con mas precaución, tomo la llaves de su auto y una ligera chaqueta para salir de casa, se calzo sus tenis mas cómodos y sin ser tan ruidoso, abrió la puerta, salió y de nuevo la cerro detrás de el.

—Solo será rápido, Channie.

Y sin esperar nada, tomo camino hacia un destino en específico.

—Ahora al supermercado —una linda y traviesa sonrisa surco su rostro.

Si bien su pareja le había advertido y negado sus dulces el día anterior, el los conseguiría ahora por su propia cuenta y sin su consentimiento, sabia que tendría un buen dolor de estomago, pero en realidad valían la pena...o eso mismo lo convencía su mente.

Estacionando el auto, bajo con tranquilidad y tomo una gran bocanada de aire, sintiéndose feliz al instante en que cruzaba las puertas automáticas del lugar.

Con desdén hacia su alrededor y personas, buscaba con ojos brillantes el pasillo de dulces y mas, dando con ellos al instante.

Al pagar los productos y una cosa extra para su pareja, salio de manera apresurada al revisar la hora.

10:00 de la mañana en punto.

Ahora si estaría en problemas por tardarse y desaparecer "sin permiso".

Depositando cuidadosamente sus compras en el asiento del copiloto, reconoció una silueta bastante familiar por la acera de la calle principal, mas precisos, el chico lindo de las compras anteriores.

No comprendía por que ChanYeol se empeñaba en molestarlo con decirle que perseguir a una persona que no te conoce y te llama la atención se llama acoso, por que era lo que precisamente estaba haciendo, aun que en su mente esa palabra no entraba en su vocabulario ni mención.

Debo seguirlo, no pasara nada.

De lo poco que interactuo con el chico de mejillas sonrojadas, sintió una gran necesidad de abrazarlo y jamas soltarlo, como si un instinto de hermano mayor o maternal de apodera de su cuerpo y de cierta manera lo ponía ansioso sin saber por que.

Y fue entonces que recordó las palabras del chico lindo.

"Digamos que solo tengo problemas económicos como cualquier otra persona"

Como si se tratara de un dibujo animado, su mente se ilumino de una brillante idea. Tomo su teléfono ignorando las siete llamadas perdidas y envió un mensaje a su pareja, escribiendo un pequeño texto.

"te cuento cuando llega a casa, amor"

Después de enviar el mensaje, rebusco entre sus cosas y tomo una hoja en blanco, un marcador y cinta adhesiva. En el poste mas cercano, pego la hoja y como si fuese una travesura, corrió a "esconderse" en su auto nuevamente.

Fue que entonces MinSeok se detuvo frente al poste y observo con atención la hoja en el. Se sobresalto al escuchar su propio teléfono vibrar en su asiento.

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