🗝Ama De Llaves🗝

Llave 33

—Entonces cuando estaba por anotar, un niño me dio una patada y perdimos.

MinSeok sonrió con cariño y acaricia la cabeza de su hermano menor con ternura. Después de despertar en una habitación completamente blanca, su mente se descoloco en confusión.

Todos sus recuerdos regresaron de golpe, pero no se dejo afectar mas con otro episodio como ese, no después de lo que había pasado con KyungSoo y ahora, JongDae.

—Sabes que no fue tu culpa ¿verdad?—conocía bien a JongIn. Si el niño sabia que una responsabilidad estaba sobre él y algo salía mal, se culparía hasta arreglarlo.

Solo que esto no tenia un arreglo mas que tener cuidado y precaución. El niño asintió cabizbajo.

El castaño tomo su manita y dejo un beso sobre ella.

—Sonríe para Hyung ¿Si?—pidió con voz suave—Dame una sonrisa brillante como las que le das a mamá.

Sin evitarlo, JongIn elevo su mirada y le sonrió con ojos brillantes a su hermano mayor.

—Hyung.

—Dime—Sonrió.

—¿Como se llama el hombre que está afuera de la habitación?

—¿Que?—MinSeok frunció el ceño.

Como si le hubieran llamado, tocaron la puerta y JongIn reconoció al hombre que le mencionó a su hermano.

—¡Es el Hyung!—apuntó con su dedo indice de manera entusiasta al recién llegado.

—¿Yo que?—Se apunto extrañado.

—JongIn, no se apunta a las personas. Es de mala educación—reprendió sutilmente. Después observo al hombre frente a él—Hola JongDae.

—JongDae—repitió el menor.

—JongIn—le llama su hermano—¿Por que no me traes una botella de agua? Tengo mucha sed.

—Claro, Hyung—sonrió—¡Ya vuelvo!

Mientras el menor salía, JongDae tuvo algo de valor para acercarse a la camilla y carraspeo con nervios.

—B-bueno, yo...

—Buenas tardes, JongDae—saludó el castaño. El mencionado suspiro—¿Como estas?

—No hagas eso por favor—pidió.

—¿Hacer que?

—Hacer como si nada hubiera pasado—soltó con pesar—Ademas, yo soy quien debería de preguntar como estas.

MinSeok se quedo callado, pero no aparta la mirada del cabizbajo pelinegro que observaba las sábanas blancas de la camilla como si fuese lo mas interesante del mundo.

—Pero no pasó nada.

—Silencio.

Escuchando solo el repetitivo sonido de la máquina de pulso, JongDae creía que moriría de nervios por la siguiente imagen frente a el.

El castaño estaba vestido con ropas blancas y sus mejillas estaban pintadas de un hermoso carmín, sus ojos estaban brillantes y sus cejas estaban levemente juntas.

Parecía un ángel perdido.

—¡Ya llegue, Minnie Hyung!

Sacando de su burbuja, el pelinegro se giro y observo que el niño tenia entre sus bracitos, tres latas de bebidas y que con su capacidad, solo alcanzaba a sostener dos.

—Déjame ayudarte—se movió rápidamente y tomo las tres bebidas con facilidad.

—¡Gracias Hyung!—sonrió JongIn—Minnie, dile que si lo queremos.