Llave 6

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MinSeok se sentía intimidado de cierta manera, pues las únicas personas presentes en el comedor a media noche, eran solo el y el dueño del lugar, y es que después de casi dos horas, este no daba indicios de querer entablar conversación alguna.

—¿Aun no me preguntaras por que te di el trabajo sin entrevistarte?—dijo después de dar un sorbo a su vino y dejarlo de nuevo en la mesa.

El castaño entonces reacciono y observo atento frente a el.

—Yo no quiero hacer preguntas equivocadas o comentarios innecesarios que arriesguen mi puesto de trabajo ahora—respondió con nerviosismo, dando una mirada rápida a la exprecion del contrario.

—Bien, te lo diré entonces—dejo todo de lado y con una cajetilla de cigarros, tomo uno posicionando lo en la comisura de sus labios para después encenderlo, dando una primera calada conteniendo el humo en el proceso.

MinSeok solo observaba cauteloso.

—Tengo muchos sirvientes, pero ninguno vive en mi casa, todos se encargan de cosas sin importancia, pero yo necesito una persona que sepa resguardar mi habitación, nadie, ni siquiera mis mas confiable personal entra en ella, pero tu, realmente tienes agallas para entrar y vivir para contarlo—explico con sorna, el contrario solo sintió su alma reavivar...solo un poco—así que decidí que si tienes ese nivel de confianza, depositare la mía en ti.

—Y-yo no se que decir, no quería husmear y-

—No, pero quiero que algo quede claro —por fin, después de unos minutos, dejo escapar el humo de su boca—si cualquiera de mis objetos, obras o mínimo detalle de mi habitación desaparece, tu serás quien pague las consecuencias—le dedico una dura y fría mirada.

MinSeok asintió con la cabeza de manera nerviosa.

—Bien, como ya eh aclarado algunas cosas, puedes seguir comiendo, yo eh terminado—dejo con cuidado la servilleta que descansaba en su regazo y  su cigarro en una esquina de su boca—buenas noches.

Al desaparecer por las escaleras principales, el menor soltó el aire contenido en sus pulmones. sabia de antemano que desde esa noche no seria fácil tener una conversación con su nuevo jefe sin ser amenazado en el proceso.

—Buenas noches—susurro para el mismo. Tomo sus cubiertos usados y los del pelinegro, ingresando a la cocina, pues algo que nunca olvidaría en cualquier tipo de situación seria sus modales.

Cuando todo estuvo limpio, seco sus manos y comenzó a caminar a su habitación de manera tranquila para no causar tanto ruido en el lugar.

—Para solo una conversación de media noche, te ves muy cansado niño—esa voz de nuevo.

Girando su rostro se encontró de nuevo con el hombre de esa mañana—¿Perdón?

—Eres un chico muy ingenuo, no comprendo como es que diste siquiera con este lugar—negó, MinSeok le miro extraño.

—Yo tampoco comprendo nada—dijo sincero—pero no me perjudica mientras tenga una paga.

—¿Entonces solo estas tras el dinero?—elevo una de sus cejas interesado—¿No será que quieres robar para después irte sin que nadie mas se de cuenta?

MinSeok frunció el ceño.

—Ahora no se por que estoy teniendo este tipo de conversación con un extraño—estaba apunto de retirarse.

—MinHo.

—¿Que?

—Ese es mi nombre, pero no importa, descansa—y como si se tratase de una escena de terror, desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

El castaño parpadeo un par de veces y negó con extrañeza y miedo.

—sin duda un día interesante.


Dean.

*observa desde lejos y se va*
*lanza besos voladores*

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